VALÈNCIA. El Valencia Basket, tras la derrota de este pasado domingo en la pista del Real Madrid, ha reducido al mínimo a falta de siete jornadas para que decidan los participantes el margen de error para asegurarse estar en la Copa del Rey de 2023 que se disputará en Badalona.
Tras las diez primeras jornadas del campeonato, el conjunto de Álex Mumbrú acumula cuatro victorias y seis derrotas y ocupa la duodécima plaza, con dos victorias menos que el Surne Bilbao Basket, el último equipo que se clasificaría para el torneo si acabara así la primera vuelta.
Como normal general y con apenas excepciones, sumar diez triunfos en los diecisiete partidos de la primera ronda ha asegurado estar en el torneo copero. Para lograr esas diez victorias, el Valencia debería ganar seis de los siete encuentros que tiene por delante, en los que debe recibir al Girona, al Carplus Fuenlabrada, al Baxi Manresa y al Casademont Zaragoza y visitar al Covirán Granada, al Gran Canaria y al Cazoo Baskonia.
Normalmente, un balance de nueve triunfos con un buen ‘basket average’ también suele suponer un billete copero, lo que elevaría su margen a dos derrotas. Incluso ha habido ediciones en las que equipos con ocho triunfos han logrado la clasificación.
El conjunto valenciano, que cayó por diecisiete puntos en la pista del Madrid, acumula actualmente un balance de -49, peor que el del Breogán (que es de +4), Covirán Granada (-37) y Monbus Obradoiro (-35), que son los tres equipos que le preceden y suceden al Bilbao.
El Valencia ha disputado en veintiuna ocasiones la Copa, el título que conquistó en su debut en 1998, y no ha faltado a ninguno de los últimos nueve torneos. Su última ausencia fue en la edición de 2012 en Barcelona, en la que acabó la primera vuelta con un balance de ocho triunfos que le dejó noveno y fuera del torneo por tener peor ‘basket average’ que el Lagun Aro, que lo pudo disputar pese a tener las mismas victorias.