VALÈNCIA. El Valencia Basket buscará recuperar parte de la confianza que ha perdido en las últimas semanas a través de ofrecer una buena actuación en la pista del Anadolu Efes para poder plantar cara al líder de la Euroliga y soñar con un triunfo con el que no cuenta.
El Anadolu Efes, liderado por el base estadounidense Shane Larkin, apenas ha perdido cuatro encuentros en las 28 jornadas que se han disputado hasta ahora y en su pista sólo han ganado este curso el Barcelona, en la primera jornada, y el CSKA Moscú, por un apretado 80-81.
El Valencia Basket ha perdido buena parte de las opciones que tenía para dar la campanada y clasificarse para los cuartos de final de la competición pues ha encadenado cuatro derrotas seguidas, de las que las dos últimas, en la pista del ASVEL Villeurbanne y en la Fonteta ante el Armani Milan han sido especialmente dolorosas por el mal juego que ha mostrado.
De las seis jornadas que restan por disputarse, hay dos encuentros, el de este jueves y el de dentro de dos jornadas ante el Real Madrid que el Valencia asume que son muy difíciles de ganar pero en la entidad creen que si ganan los otros cuatro pueden tener opciones.
Ahora, el conjunto valenciano es décimo clasificado con doce triunfos, uno menos que los que tienen el Khimki y el Fenerbahce que ocupan las dos últimas plazas que dan derecho a disputar las eliminatorias por el título y dos menos de las que tiene el Panathinaikos, que aún no está clasificado.
Zalgiris, Olympiacos, Milan y Baskonia tienen también una docena de triunfos y se encuentran inmersos en esta lucha abierta.
Dado lo apretado de la situación, el ‘basket average’ general parece que será clave, pues es más que probable que haya un empate múltiple, por lo que aún si el Valencia cae derrotado deberá tratar de perder por la menor diferencia posible.
El equipo de Ponsarnau llega a este encuentro con el lastre mental de esas cuatro derrotas europeas y después de haber firmado un mal encuentro en la ACB ante el Herbalife Gran Canaria, que se impuso al cuadro de la Fonteta por 87-77.
En ese encuentro, el base belga Sam Van Rossom, cuya dirección de juego se antoja clave para superar este bache, volvió a disfrutar de minutos en pista.
Por su parte, Ponsarnau ya ha admitido que dadas las urgencias, es momento de exprimir a aquellos jugadores que están bien.
La única baja para el choque es el escolta estadounidense Jordan Loyd por lo que el técnico tendrá que hacer un descarte técnico. En los últimos encuentros en los que se ha dado esta situación el elegido ha sido Brock Motum.