La gran parte de la deuda de la entidad de Mestalla corresponde a los créditos que la entidad mantiene con Bankia y la Caixa y que empezará a amortizar el próximo treinta de junio
VALENCIA. El Valencia CF mantiene una deuda de algo menos de 330 millones de euros, según se desprende de las cuentas oficiales que presentará la entidad valencianista el próximo 10 de noviembre ante sus aficionados, pero donde la mayor parte de esta es a largo plazo.
La llegada de Peter Lim al Valencia CF, a finales de 2014 supuso una refinanciación de los mayor parte de la deuda que mantenía el club de Mestalla con Bankia y la Caixa, lo que supuso salir de la quiebra que afrontaba la entidad cada verano.
Con esto, la entidad valencianista trasladó la totalidad de su deuda bancaria a largo plazo, es decir, más allá de doce meses después del cierre del ejercicio. La gran diferencia entre la situación actual y la que se vivía antes de la llegada de Lim es que el Valencia CF tenía que afrontar su deuda al final de cada ejercicio puesto que Bankia solo concedía refinanciaciones a un año, lo que le suponía una situación de quiebra cada temporada al no poder hacer frente a los más de 230 millones que se debían pagar.
Esta situación ha cambiado radicalmente tras la negociación entre los bancos y Peter Lim que permite al club tener una deuda a corto plazo de 37,7 millones de euros, algo totalmente asumible para la entidad que le permite seguir estable financieramente pese a las pésimas temporadas deportivas. A partir de este verano, la factura bancaria se incrementará debido a que el club empezará a amortizar capital en sus créditos y en caso de no incrementar ingresos el club se verá en una complicada situación económica.
Dentro de los 330 millones de euros de deuda, la gran parte de ella se establece en deuda bancaria. El Valencia CF mantiene un crédito de 155 millones con Bankia y uno de 20,37 millones con La Caixa. Además, ambas entidades comparten un crédito participativo con el club de 61 millones de euros que sigue estando como deuda de la entidad.
Lo particular de este crédito, es que se paga en función de los beneficios de la entidad -en función del EBITDA- y es muy complicado que el Valencia CF termine haciendo frente. Tanto club como bancos son conscientes de la situación y, pese a que no quieren reconocerlo, este crédito se trató de una quita encubierta en la negociación y aunque esté incluido en la deuda de la entidad nunca se hará frente.
Además de la factura bancaria, el Valencia CF mantiene una deuda con Peter Lim que asciende a 28,5 millones de euros. 26 de esos millones se deben a la línea de crédito que el Valencia CF ya ha utilizado y los 2,5 son los intereses generados por el préstamo. La deuda de Peter Lim también está catalogada a largo plazo y, en principio, vencerá el próximo 30 de junio con lo que se deberá firmar una prórroga, devolverle el dinero o hacer una nueva ampliación de capital.
La entidad valencianista también adeuda 41 millones de euros a entidades deportivas por el traspaso de jugadores después de los acuerdos alcanzados con los diferentes clubes con respecto a los últimos fichajes. Por último, el club mantiene en su apartado de deudas 393.000 euros por el dinero adelantado por los aficionados para reservar su abono en el nuevo estadio y 180.000 euros por indemnizaciones a trabajadores despedidos.
LA MAYOR PARTE DE LA DEUDA ES A LARGO PLAZO
Dentro de la deuda del Valencia CF, la gran parte es a largo plazo, es decir, que no vence antes del 30 de junio de 2018. De los 330 millones de euros que debe el Valencia CF, 292 millones son a largo plazo mientras que el club de Mestalla únicamente deberá hacer frente en el próximo año a 32 millones de euros.
Dentro de los pagos a realizar durante este 2018, se encuentran 27,5 millones de euros a entidades deportivas por el traspaso de jugadores. Además, el Valencia CF liquidará su deuda con la UTE con el último pago de 5,8 millones antes del cierre del próximo ejercicio.
En referencia al nuevo estadio el Valencia CF también deberá hacer frente al pago al Ayuntamiento acordado anualmente y que asciende a 2,95 millones de euros y al que deberá hacer frente el próximo 25 de octubre, dentro de dos semanas. El resto del montante, es a largo plazo.
El ejercicio 16-17, que finalizó el pasado 30 de junio, será el último donde el Valencia CF goce de esta situación financiera ya que a partir del próximo verano su deuda a corto plazo aumentará exponencialmente debido a que el club deberá empezar a amortizar capital de sus créditos con la Caixa y Bankia.
ESQUEMA DE LA DEUDA DEL VALENCIA CF