VALÈNCIA. Una de las premisas fundamentales en el estilo futbolístico de José Bordalás es dotar a sus equipos de una seguridad defensiva desde la que construir el juego, una condición que en su primera temporada en el Valencia está lejos de conseguir, ya que superado el ecuador de la Liga es el segundo equipo más vulnerable en defensa.
Tras 22 jornadas disputadas, solo el Levante, colista de LaLiga Santander, ha recibido más goles (43) que el Valencia, que ha visto superada su portería en 36 ocasiones, las mismas que otro de los equipos inmerso en la zona de descenso, el Cádiz.
De hecho, la sangría en la portería propia ha hecho que los buenos números que presenta el Valencia en ataque queden totalmente diluidos, ya que los 35 goles marcados, uno menos que los recibidos, lo sitúan como el quinto mejor en esta faceta del campeonato.
Avanzada la primera vuelta y tras el duelo en Mestalla con el Atlético de Madrid, que se resolvió con un empate a tres goles, José Bordalás ya mostró su preocupación por la endeblez defensiva del equipo hasta el punto de asegurar en rueda de prensa que no reconocía segurar que el equipo carecía del sello que él pretende imprimir. Ya entonces aseguró que: "si no cerramos la hemorragia, lo pasaremos mal. No podemos encajar tanto y tan fácil ".
Sin embargo, desde entonces, la herida, lejos de sanar, se ha hecho más grande y en los tres primeros partidos de la segunda vuelta el equipo ha recibido ocho goles, una fragilidad en la zaga que, unida al último partido de la primera vuelta frente al Espanyol, al que ganaba a seis minutos del final por 1-0 y acabó perdiendo por 1-2, le ha llevado a sumar un punto de los últimos doce en disputa.
La lesión de larga duración de su mayor bastión en defensa como es Gabriel Paulista, así como otros problemas en forma de problemas físicos en la retaguardia, como las lesiones de su guardameta titular, Jasper Cillessen, no sirve para justificar un problema que pasa más por ser estructural y, quizá también, de mentalidad como el propio Bordalás ha apuntado en alguna ocasión.
"Nos falta oficio", ha asegurado el entrenador alicantino en varias ocasiones como parte de la explicación a los errores defensivos que acaban en gol y limitan el rendimiento de su equipo.
Además, el Valencia ha pasado de marcar goles en los últimos compases de los partidos a recibirlos, y ha visto como en dos partidos que tenía los tres puntos al alcance de la mano se han escapado en la recta final como ya pasó ante el Espanyol en Mestalla y el pasado sábado ante el Atlético, lo que ha significado dejar escapar recientemente seis valiosos puntos.
Tras la dura derrota sufrida en el Wanda Metropolitano al desaprovechar un 0-2, el preparador valencianista advirtió, en un mensaje directo al club, que lo pasarán "mal" si no se refuerza la plantilla, al considerar que el hundimiento del equipo ante el Atlético estuvo motivada por la falta de fuerzas de un equipo limitado y la bisoñez de alguno de los jóvenes jugadores canteranos a los que tuvo que recurrir en los cambios pero a los que elogió por su esfuerzo.
El Valencia afronta el parón de Liga con la mejoría en defensa como claro objetivo, pero sin dejar de olvidar que a la vuelta de la competición reciben en Mestalla a la Real Sociedad, otro de los equipos que al igual de sus tres primeros rivales en el arranque de la segunda vuelta pugna por la plazas europeas.