"El Valencia de Gary enseñó la patita, y eso, en apenas 4 partidos es muy buena señal"

VALENCIA. El Valencia despidió el año 2015 en Mestalla con un empate ante el Getafe que supo a poco para los presentes y que deja al equipo lejos de la Liga de Campeones.

Los colaboradores de Plaza Deportiva, analizan el duelo frente al Getafe:

DESMEMORIATS 

Como ya dimos la temporada por perdida hace un par de 'comentarios postpartido', (de ganar el Celta este domingo el cuarto puesto se sitúa en 9 puntos), el partido ante el Getafe es para estar contentos. Porque vimos un equipo con ideas, algo que no habíamos visto probablemente en meses, solidario, trabajador e intenso. Y sobre todo con personalidad y ambición. Todo fue bien mientras le duró la gasolina y la frescura, cosas que no suelen durar mucho. Luego fue apagándose como una vela hasta el estertor final, que bien te pudo costar perder el partido. El Valencia de Gary enseñó la patita, y eso, en apenas 4 partidos es muy buena señal. La otra nota positiva es ver como la razón, el tiempo, y todo lo demás, va poniendo las cosas en su sitio. Ni Cancelo era una estafa, ni Danilo un petardo, ni Mina un zanguango. No eran más que víctimas de una esquizofrenia, dianas de una guerra absurda, y piezas en mitad de un equipo en derrumbe que simplemente necesitaban orden y partidos para mostrar sus prestaciones. Cuando un roster trabaja colectivamente todos sus miembros aumentan su rendimiento de forma individual. Y el Valencia, hasta ahora, era tal cosa que hubiera sido capaz de arruinarle la vida al mismísimo Messi. Lo importante ahora es continuar construyendo una base, y buscar en la Europa League y/o en la copa una alternativa a Europa, porque ni sumando 50 puntos -y no quedan muchos ya en juego- tiene el Valencia garantizado quedar 4º. 

JOSÉ MARÍA PERIS

Partido divertido, si no eres del Valencia o del Getafe. Con un final trepidante, de esos a cara o cruz y que, al final, salió canto. Con aspectos positivos, como la recuperación de jugadores por los que nadie daba un duro con el anterior entrenador y que con este estilo británico-astur que recién estrenamos parece que el abanico de alternativas se amplía y los primeros esbozos de lo que se atisba como un buen repertorio de jugadas de estrategia a pelota parada y un cierto orden táctico que se agradece, después del desorden anterior.
Como aspectos negativos, la falta de eficacia, subsanable, pero ya tiene el equipo más presencia en ataque y, sobre todo, la pésima forma física. En base a esa piedra de toque hay que comenzar a crecer, porque lo que parece mostrar el estilo que quiere implantar Neville necesita de una buena disposición física, con gasolina para llegar al tramo final de los partidos con capacidad para decantar la balanza a favor.
Hay que ver el vaso medio lleno. No nos queda otra para tratar de remontar posiciones en la tabla, en las sensaciones y en las competiciones que nos quedan por disputar.
Por último, tres nombres propios. Cancelo, héroe por accidente, que muestra en contados partidos su desmesurado coste, Danilo, un jugador que conoce el oficio a la perfección como el mejor Javi Fuego y que sin Nuno se ha liberado de tensión y Abdennour que, a pesar de su grosero error, muestra galones y personalidad como futuro capo de la defensa.

VICENTE BAU

Partido intenso, rabioso, extraño. El Getafe se llevó un punto de Mestalla frente a un Valencia abierto y distinto... pero incapaz en su zona de retaguardia. Por dos ves se adelantó el conjunto madrileño -con 'asistencia' de Abdennour en el segundo gol visitante- y por dos veces el Valencia fue capaz de abortar la ventaja visitante en el marcador. Pero las fuerzas son escasas. La mala herencia dejada por Nuno afecta de forma inmisericorde al mayor de los Neville. El Valencia atacó y atacó la meta de Guaita pero fue incapaz de subir el tercer gol al marcador. Partido de sensaciones contrapuestas. El Valencia jugó abierto, valiente, a por todas... pero las fuerzas no acompañan semejante esfuerzo ofensivo. Al final el equipo se quedó 'seco' y con un solo punto a su favor. Y sí, fue un partido extraño donde el mejor equipo de los dos se quedó sin la recompensa adecuada. Y ojo, que parece que el esfuerzo se cobró dos víctimas: Gayà y Mustafi, con problemas. Y ojo también, partidazo enorme de Cancelo, un futbolista que no para de crecer.