VALÈNCIA. El Valencia volvió a cometer los mismos errores de toda la temporada en su visita al Wanda Metropolitano. Lo que parecía convertirse en la mejor visita del equipo de Bordalás en un campo difícil lo estropeó con un segundo tiempo en el que demostró una vez más sus carencias e inexperiencia en un partido que se marchó con un 0-2 al descanso para los visitantes.
Difícil explicar que el Valencia no sacara nada positivo ante el Atlético de Madrid. Su planteamiento fue el adecuado y la realidad es que fue superior a los colchoneros durante los primeros 45 minutos. Apenas sufrió en defensa y consiguió una renta suficiente para pensar en el objetivo que Bordalás despejó en rueda de prensa diciendo que hay que tener los pies en el suelo. El Valencia no está para Europa dejando escapar partidos así durante toda la temporada.
En cuanto el partido, la realidad es que el Valencia supo ‘madurar’ el partido lo suficiente hasta el descanso. Guedes se defendió en el choque e hizo una buena apertura para Musah. El estadounidense sacó a relucir su desparpajo. Encaró y encontró el espacio para sacar un ‘latigazo’ que sorprendió a Oblak e hizo el 0-1.
El 0-1 se visualizaba antes del descanso, pero el cuento no había acabado. Un balón largo tuvo un desenlace fabuloso. Dos duelo aéreos tuvieron su desenlace en los pies de Lato. El canterano intentó combinar con Soler. El ‘10’ valencianista la dejó pasar y Hugo Duro la dejó dormir en la red. Era el 0-2 un primer tiempo en el que Bordalás le ganó a Simeone con claridad.
Tras la reanudación, el Atlético tenía que dar un paso adelante porque lo necesitaba. Lo dio y desnudó a un Valencia al que le volvió a faltar gasolina y los cambios no se la dieron. La lesión de Alderete menguó la fortaleza defensiva y el muro fue cayendo poco a poco hasta acabar con el final más cruel. El Atlético se abonó a la épica y el balón parado fue su recurso. Un saque de esquina fue la solución para meterse en el partido. Cunha remató un balón aprovechando la duda de Jaume.
El Valencia se metió atrás y el Atlético aceptó el guante a base de empuje. Correa visualizó el empate, pero Jaume tocó lo suficiente para mantener el 1-2. El desgaste era evidente y quedaba el descuento para definir el partido. Carrasco se inventó un pase de 'fantasía' que condicionó a Jaume. El rechace lo cazó Carrasco para hacer el 2-2. Todavía quedaba tiempo para hundir al Valencia. Hermoso empujó en el segundo palo un disparo defectuoso de Cunha y culminó una remontada que incrementa los problemas del Valencia.