VALÈNCIA. El Valencia Basket recibirá este jueves al Perfumerías Avenida en el segundo partido de la final de la Liga Femenina obligado a ganar al conjunto salmantino, después de perder el primer choque de esta serie, para forzar un tercero en el que volvería a jugar como visitante y con la certeza, que puede ser presión o liberación, de que una derrota este jueves pondría punto y final a su temporada.
El choque llega marcado por cierta tensión después de que el equipo salmantino pidiera un tiempo muerto a falta de pocos segundos para que acabara un primer encuentro que ya estaba claramente decidido y de que su técnico Roberto Íñiguez, que fue expulsado, cargara contra los árbitros y afirmara que una jugadora del equipo valenciano hace veinte faltas por encuentro.
El encuentro del pasado domingo estuvo marcado por el 0 de 14 que tuvo el Valencia desde la línea de 6’75 una situación que frustró a las jugadoras de Rubén Burgos, que lastró su confianza y que permitió al equipo salmantino cerrar su defensa y le facilitó su tarea en esa faceta.
Mejorar la selección de tiro y afinar la puntería por tanto serán una de las obligaciones del conjunto valenciano para este segundo choque. La otra será frenar a la estadounidense Kahleah Copper, que anotó veinte puntos en esa primera cita y que fue la única jugadora a la que no pudo frenar.
El equipo valenciano contará para este choque con el empuje de la Fonteta, aunque en el choque que ambos equipos disputaron en este mismo escenario en la fase regular, el equipo de Íñiguez se impuso por 67-75. Además, en la final de la pasada Liga, el Perfumerías, obligado a ganar tras haber perdido el primer choque, también venció por 74-76.
Para este choque, el Valencia mantendrá la única baja de la interior Laura Gil, que dijo adiós a la temporada hace unos meses por una grave lesión en el tendón de Aquiles.