VALÈNCIA. El Valencia Basket buscará este domingo en la décimo tercera jornada de la fase regular de la Liga Endesa un triunfo en la Fuente de San Luis ante el Movistar Estudiantes que le permita entrar en los puestos que dan derecho a disputar la Copa del Rey.
Las dos victorias logradas en las últimas jornadas, ante el Monbus Obradoiro y el Montakit Fuenlabrada, han permitido al equipo de Jaume Ponsarnau recuperar parte de sus opciones de escalar a la octava plaza de la clasificación y poder estar en el torneo copero.
Ante la irregularidad del conjunto madrileño, el Valencia está obligado a seguir escalando en las cinco jornadas que quedan para no sufrir.
El equipo de Jaume Ponsarnau afronta esta cita tras el refuerzo moral que supuso lograr el viernes su primera victoria como visitante en la Euroliga en la pista del Zalgiris Kaunas, tras haber perdido los seis primeros encuentros que había disputado lejos de la Fonteta en este torneo.
El hándicap puede estar en que volverá a jugar menos de 48 horas después de haber acabado ese encuentro y tras haber tenido que afrontar el viaje de vuelta.
Ganó en Kaunas conducido por Sam Van Rossom, que volvió a jugar después de estar seis semanas lesionado y haber pasado por una operación.
El base belga aportó equilibrio y determinación y cubrió la baja por molestias musculares de Guillem Vives, que había llevado el peso del juego del equipo en su ausencia, pero que estará en condiciones de contar para el técnico este domingo.
Ahora tendrá enfrente a un rival que ocupa la última plaza de la clasificación con sólo tres triunfos y que, además, recientemente acaba de traspasar al Unicaja a Dario Brizuela, pretendido por el Valencia este verano y que era su principal referente anotador.
El conjunto madrileño ha perdido sus seis últimos encuentros y sus últimas dos derrotas han sido por cerca de veinte puntos.
Para este encuentro, Ponsarnau mantiene la duda de Vives pero tiene a los otros trece jugadores disponibles.