VALÈNCIA. El Valencia Basket recibirá este martes al Cedevita Olimpia Liubliana en un encuentro que afrontará dos días después de haber perdido ante el Río Breogán en un inconsistente partido que supuso su regreso a la competición tras haber estado diez días de ’protocolo covid-19’ por haberse dado varios casos en la plantilla y que tratará de enmendar en la Eurocopa.
Tras firmar tres pésimos cuartos, especialmente el primero, el Valencia llegó al último 25 puntos por debajo y aunque firmó el mejor cuarto anotador de la historia de la ACB y recuperó 24 (47-24) no le dio ni para ganar ni para forzar la prórroga. Esas dos caras demostraron que pese a las dificultades (los jugadores estuvieron entrenando de manera individual hasta el sábado) pudo haber hecho mucho más de lo que hizo.
Además, esa mala puesta en escena da continuidad a otras que ha tenido recientemente, un elemento que preocupa en el cuerpo técnico y que en los últimos partidos sólo ha conseguido esquivar en su último encuentro en el torneo europeo en la pista del Reyer Venezia.
En una competición que arranca con una larga fase previa sin apenas eliminados y en la que las posiciones finales determinarán el rival y el factor pista en cruces a un partido, el Valencia tiene cuatro triunfos, uno menos que los que acumulan los tres equipos que tiene por delante pero con un choque aplazado.
En el encuentro ante el Breogán estuvo ya en el banquillo pero no jugó el base Nenad Dimitrijevic, que ya con un par de entrenamientos más con el equipo podría regresar a la competición tras cerca de dos meses de baja por una grave lesión muscular.
Con él, el Valencia ya dispone de once de sus doce jugadores de la primera plantilla disponibles y la única baja para el encuentro será la del alero Víctor Claver. Falta por ver si el técnico Joan Peñarroya, contagiado de covid-19, puede estar ya en el banquillo o vuelve a dirigir al equipo Juan Maroto, uno de sus ayudantes.
El equipo esloveno, heredero del Olimpia Liubliana con la plaza del Cedevita Zagreb, arrancó la competición con dos triunfos seguidos (en la pista del Gran Canaria y en su cancha ante el Mincidelice Bourg en Bresse), lo que hizo pensar que podía estar luchando en la zona alta del grupo, pero cinco derrotas consecutivas le han arrastrado a las últimas posiciones.
Aún así, esa racha tiene algo irreal porque en sus últimos dos encuentros llevó al límite al poderoso Virtus Bolonia (101-104) y plantó cara al también potente Umana Reyer Venecia.
Dirigido por el exjugador Jurica Golemac, el conjunto esloveno tiene en el veterano escolta Jaka Blazic y en el base estadounidense Jacob Pullen (ambos con pasado entre los grandes de la ACB) a sus principales referencias ofensivas. Los también expertos Zach Auguste, Melvin Ejim y Edy Muric completan por dentro la columna vertebral.