VALÈNCIA. El Valencia Basket visita este domingo al Barça en la décimo novena jornada de la fase regular de la Liga Endesa y lo hace con la idea de que sorprender al conjunto catalán, que es segundo con el mismo balance que el Madrid que abre la clasificación, y así no perder el paso en la competición.
El conjunto valenciano se mantiene octavo pero sus nueve victorias son ya dos menos que las del séptimo y las mismas que las de los dos equipos (Breogán y Obradoiro) que le persiguen.
El Valencia cayó el pasado domingo en la pista del Unicaja y tras firmar una brillante victoria ante el Bayern de Múnich el martes, repitió derrota en la Fonteta ante el Maccabi Tel Aviv el jueves. En ambos tropiezos, lastrado seguramente por el cansancio acumulado y las bajas en la zona interior, trató de ganar desde el ataque, en el primer se llevó un revolcón y en el segundo perdió un final a cara o cruz.
Recuperar fuerzas y mentalidad defensiva será por tanto el primer objetivo de Álex Mumbrú para esta cita en la que después de la reaparición de Jasiel Rivero ante el equipo israelí debe decidir entre el pívot cubano, el ala-pívot estadounidense James Webb III y el base también norteamericano Jared Harper. Los tres ocupan plaza de extranjero y sólo puede tener dos.
El técnico mantendrá las bajas de los bases Sam Van Rossom y Martin Hermannson y del escolta Millán Jiménez, la duda de Bojan Dubljevic, que se ha perdido los últimos encuentros por un esguince en el tobillo y la de Xabi López-Arostegui, que ya no jugó el jueves tras un mal gesto de una de sus rodillas.
Lograda la clasificación copera, el siguiente objetivo del Valencia en la Liga es asentarse entre los ocho primeros para no sufrir para estar en las eliminatorias por el título y explorar sus pocas opciones de alcanzar la cuarta plaza y tener así a favor el factor pista en cuartos de final.
Enfrente le espera un Barça que ha solventado con dos ajustadas victorias ante los mismos rivales que el Valencia la doble semana en la Euroliga. El equipo catalán no dejó que el Bayern pasara de 70 puntos ni que el Maccabi, que en la Fonteta logró 94, alcanzara los 80. Así pues, además de controlar al equipo de Sarunas Jasikevicius, deberá ser capaz de abrir caminos al aro en una de las mejores defensas del continente.