El Valencia parece haber recuperado su mejor versión en los primeros compases de la temporada 2017-2018 tras recuperar, de la mano el técnico asturiano Marcelino García Toral
VALENCIA. El Valencia parece haber recuperado su mejor versión en los primeros compases de la temporada 2017-2018 tras recuperar, de la mano el técnico asturiano Marcelino García Toral, el estilo que tradicionalmente mejores resultados le proporcionó.
Un equipo trabajado tácticamente, contundente en defensa, comprometido y competitivo logró puntuar el domingo en una de la plazas más fuerte de Europa, el Santiago Bernabéu, donde el equipo que colecciona títulos en los últimos doce meses no pudo pasar del empate (2-2) en un buen partido de fútbol.
Si bien es pronto para establecer un juicio de valor definitivo por haber empezado la temporada hace poco más de una semana y por el hecho de que la plantilla aún puede variar con salidas y llegadas hasta el 31 de agosto, en dos partidos se han visto detalles y actitudes olvidadas en Mestalla.
Tras dos años calamitosos, en los que la falta de un patrón de juego y la ausencia de una solida dirección deportiva en el club derivaron en dos de las temporadas más oscuras de los últimos tiempos del Valencia, las dos primeras pinceladas del proyecto Marcelino han devuelto la esperanza a la afición valencianista.
Además, con el nuevo director general del club, Mateu Alemany, al frente y atendiendo a las peticiones de un entrenador del corte con el que el Valencia logró sus principales éxitos, el club de Mestalla ha iniciado una reconstrucción desde el pilar que siempre le funcionó: la seguridad defensiva.
Un portero -el brasileño Neto- y dos centrales -el colombiano Murillo y el brasileño Gabriel Paulista-, así como un mediocentro defensivo -Kondogbia- fueron los primeros requerimientos de Marcelino para iniciar la rehabilitación de un conjunto sin alma ni identidad en las dos últimas campañas.
Aunque Marcelino aprovecha cada intervención ante los medios para recordar que el equipo está "en fase de construcción", tras el partido ante el laureado Real Madrid de Zidane todo parece indicar que el camino elegido es el correcto.
Y en esa senda puede tener especial incidencia la figura del francés Geoffrey Kondogbia, un futbolista que aporta el músculo que el Valencia andaba buscando en el centro del campo prácticamente desde la retira de David Albelda en la temporada 2012-2013, a la que el galo añade una mayor aportación ofensiva que el valenciano.
Por el estilo del juego que siempre ha acompañado a Marcelino era evidente que la resurrección del Valencia debía llegar desde la defensa, como así se vio desde la pretemporada y es, quizá, la falta de mordiente ofensiva -pese a los dos goles en el Bernabéu- la principal carencia de los primeros compases del proyecto Marcelino.
Otro aspecto destacado es la actitud de los jugadores. Con la lógica prudencia que se debe tener por el hecho de haber disputado solo dos partidos oficiales, en estos poco más de 180 minutos se ha visto un compromiso en los futbolistas del que el equipo ha carecido en mucho tiempo.
Además, en los próximos días -con el 31 de agosto como límite- se debería completar el escenario exigido por Marcelino con la salida de jugadores a los que ha comunicado que no tendrán un papel protagonista bajo su mando y la llegada de nuevos refuerzos.
En cuanto a incorporaciones el Valencia tiene avanzadas las gestiones del atacante portugués Gonçalo Guedes (PSG) y el centrocampista belga-brasileño Andreas Pereira (Manchester United) para completar una plantilla competitiva que permita a Marcelino cumplir el objetivo trazado de volver a ser protagonista en España y más adelante en Europa.