VALÈNCIA. El Valencia no anda perdido en la escalada hacia Europa. Hace justo un mes, André Almeida volvía a sentirse futbolista tras regresar al once en el tramo final de la derrota contra el Villarreal en el estadio de La Cerámica. El '10' valencianista ha atravesado meses difíciles por una lesión de espalda que ya está olvidada y que ha privado a Baraja de uno de sus jugadores diferenciales con la pelota en los pies.
La derrota en Villarreal y el posterior empate sin goles contra el Mallorca abrió una sensación de que había que dar un paso adelante lejos de Mestalla para aspirar a la séptima plaza. Un reto complicado puesto que la versión del Valencia fuera de casa es inferior sin el apoyo de un Mestalla incondicional durante toda la temporada.
Llegó el parón por la final de la Copa del Rey y las dos salidas a Los Cármenes y El Sadar estaban marcadas en 'rojo'. Las sensaciones del Valencia no han sido brillantes, pero un excepcional trabajo defensivo le permitió llegar con 'vida' a los minutos decisivos en Granada. Tras quedarse inédito contra el Mallorca, Rubén Baraja dio más de media hora a Almeida en Los Cármenes. El portugués otorgó pausa al juego del Valencia, al que apenas le duraba el balón al abusar del juego directo hacia Hugo Duro. En el 77, André Almeida recuperó la sonrisa de la mejor manera. El ‘10’ valencianista cazó un rechace en la frontal y fusiló con precisión para hacer el 0-1.
Baraja premió los buenos minutos de Almeida y el pasado lunes le dio la titularidad en Pamplona. La 'fórmula' de reforzar la zona de creación volvió a dar resultado. Triangulación rápida en el centro del campo y Diego López abrió el cuero para la llegada de Almeida desde la derecha. El luso cruzó a la red desde el borde del área y firmó su segundo tanto consecutivo que se traducen en seis puntos de 'oro' para aspirar a Europa.
El propio Rubén Baraja, elogió la labor de André Almeida en los micrófonos de DAZN al finalizar el choque y reconoció la mejoría colectiva del equipo con el regreso del portugués: "Es un jugador que nos da una posición diferente dentro del terreno de juego. Puede ser un '10' que viene a jugar y que se asocia. Está teniendo el acierto del gol y creo que ha entrado muy bien en el equipo. Nos da esa pausa, ese último pase", comentó el técnico blanquinegro.
En este sentido, Baraja optó por utilizar en el centro del campo el método que ya aplicó en el tramo final de la pasada temporada, cuando el Valencia luchó hasta el final para mantener la categoría. La eclosión de Javi Guerra lo llevó a un doble pivote para dar estabilidad al equipo junto a Nico González (este año ese rol es de Pepelu) y así liberar a André Almeida para enlazar con el ataque.