El Valencia tiene algo que comunicarle

VALÈNCIA. Ante la imposibilidad de poder sacar un autobús con el que celebrar el certificado de salvación (algunos futbolistas lo sacaron, ya puestos), el Valencia decidió sacar un comunicado.

¿Es importante un comunicado del Valencia? No, no lo es. Pero tampoco eran importantes las caras de Bélmez y sin embargo indicaban cosas. Como el Valencia solo se manifiesta a través de manchas en la pared, habrá que interpretarlas. Estas manchas son la única vía de expresión que tiene la estructura del club más allá de Singapur. Tanto que a veces habría que preguntarse si son comunicados hechos para que se lean en los alrededores de Avenida de Suecia o en Orchard Road, fantástico y sofocante bulevar singapurés. 

"Nada de esto sería posible sin vosotros", afirma el comunicado, casi en su encabezamiento. Hola, autor del comunicado, ¿podría concretar a qué se refiere con lo de nada-de-esto? 

"Tendremos que hacer reset y reconstruir nuestro Club", afirma la hábil plumilla poco después. Dejando al margen el uso, un poco cursi, del término reset, ¿es acaso una declaración velada de que el club ha sido destruido? Y si ha sido destruido, ¿ese "tendremos" indica que procuran reconstruirlo los mismos que lo han destruido? 

Casi en la desembocadura de la misiva, se expresa la voluntad de "lograr la estabilidad que necesitamos". Cuando lo leí casi di un grito. Más estabilidad no, por favor. Si el Valencia tiene un problema gordo es que es un club muy estable. Todo el tiempo le está pasando lo mismo. En coma y sin señales de recuperar la conciencia, pero un paciente la mar de estable. 

El comunicado no tiene firmante, lo cual refleja lo que parece: no hay nadie. 

Visto lo visto es lógico que se busque antes director de comunicación que director deportivo. El Valencia de Valencia únicamente tiene operativa y capacidad para comunicar aquello que la gran familia decide en Singapur en sus ratos libres. Sin operativa, solo cabe hacer que parezca: que parezca que la temporada es un accidente, que parezca que es un error, que parezca un hecho aislado, que parezca que esto no es lo que parece. 

Aclarado todo lo demás, reconozco que el comunicado es una obra de retórica precisa y funcional. Cumple su cometido: evitar escribir en crudo lo que todo el mundo piensa y sabe: "El Valencia ha hecho una temporada espantosa. Y oiga, dé las gracias que no ha sido peor. Acostúmbrese. Esto es lo que hay".