VALÈNCIA. El Valencia está pagando su caída económica no solo a nivel institucional, su repercusión en el césped también se ve afectada por las limitaciones financieras para poder reforzar la plantilla. El club recibió una gran inyección económica en el verano de 2020 con 79 millones de euros en venta de futbolistas.
Meriton se desprendió de activos importantes como Ferran Torres, Rodrigo Moreno, Parejo, Coquelin o Kondogbia para poder tapar los agujeros que implicó quedarse fuera de la Champions League. El club no firmó a nadie en verano y provocó un cisma con Javi Gracia y una temporada decepcionante que acabó con el Valencia en el decimosegundo puesto.
Con la llegada de Bordalás, el Valencia no obtuvo ofertas interesantes por sus jugadores franquicia como Guedes o Maxi Gómez y optó por retenerlos en busca de una revalorización con el técnico alicantino. El Valencia estuvo bloqueado en el mercado hasta que apareció el acuerdo con CVC que flexibilizó la economía del club. El Valencia gastó un total de 11,5 millones de euros en la compra de Foulquier y Marcos André y el pago de una pequeña cantidad por la cesión de Hugo Duro.
Por otro lado, el Valencia también ha registrado en sus cuentas al cierre del pasado 30 de junio de 2021, que existen acuerdos alcanzados con clubes e intermediarios por la adquisición y venta de jugadores. El club cifra en 11,98 millones los derechos de cobro probables que tiene sobre jugadores cedidos o vendidos como es el caso de Ferran Torres, Rodrigo Moreno, Parejo o Kondogbia. Por contra, el club también matiza que existe la posibilidad de abonar un total de 6,3 millones en variables probables de operaciones en el capítulo de entradas. Es decir, jugadores como Guedes, Marcos André, Foulquier o Manu Vallejo llegaron bajo esta fórmula en las últimas temporadas.