VALENCIA. Ellos y sólo ellos pueden salvar al Valencia CF. Los 24 jugadores que componen la primera plantilla del equipo blanquinegro son los únicos que tienen en sus manos el futuro deportivo del club en los próximos siete partidos de Liga. Después del empate de este lunes entre el Levante y el Sporting de Gijón los valencianistas mantienen el colchón de seis puntos sobre los puestos de descenso que tenían justo antes de que comenzará la jornada.
Sin embargo, ese colchón no servirá para salvarse si el equipo sigue con su inercia de sumar cero puntos cada jornada de los últimos meses. Los futbolistas saben que van a tener el apoyo incondicional de la grada en los partidos que restan de temporada. Mestalla no va a fallar y la afición ya prepara un ambiente infernal para recibir al Sevilla el próximo domingo. Esa pata de la mesa no va a cojear.
Ahora bien, los jugadores son los que deben conjurarse. En las últimas semanas el vestuario ha ido resquebrajándose de tal manera que ahora mismo existe un ambiente demasiado complicado para jugarse siete partidos exigentes y tensos como los que les esperan. En el vestuario cada futbolista tiene una opinión de lo que está ocurriendo y saben que son los principales responsables de la penosa temporada que están firmando. Ese reconocimiento generalizado por parte de los futbolistas de que ellos son los principales responsables de la situación van acompañados de varios argumentos que señalan en otras direcciones como responsables de la mala campaña.
En el vestuario se habla y mucho de la figura de Jorge Mendes. Aquellos que no son representados del portugués señalan a los futbolistas del luso como los protegidos de la entidad y por ahí se ha abierto una vía de enfrentamiento. Además, los futbolistas aseguran que durante una buena parte de la temporada se han sentido solos, sin estructura de fútbol, y aseguran que los asiáticos no son gente de fútbol y en el vestuario nunca se les va a ver como tal y por ello se sienten lejos de la entidad. La preparación física es otra de los principales quejas del equipo ya que piensan que no ha sido al adecuada y que lo llevan sufriendo toda la temporada. Esos son sólo algunos de los argumentos que dan los futbolistas, pero hay otros muchos por los que ahora mismo el vestuario está ardiendo.
La faena de Pako Ayestarán es conseguir que los futbolistas se olviden de todo eso. Que a partir de esta semana hagan borrón y cuenta nueva y se olviden de todos esos problemas vividos hasta ahora. La presidenta ya anunció el pasado jueves en la presentación del vasco que el verano será movido y que Suso García Pitarch tendrá "mucho trabajo en la ventana de traspasos" en una clara demostración de intenciones.
Antes de que eso llegue, antes de que los jugadores puedan pensar en los contratos millonarios que puedan ofrecerles otros equipos, antes de pensar en la Eurocopa, antes de pensar en las vacaciones y escuchar una sola llamada de sus agentes para hablar de futuro deben tener los cinco sentidos puestos en salvar al Valencia CF del descenso. La temporada ya ha sido bastante desastrosa durante todo el curso y ahora llega el momento de pensar sólo en el club y en su afición. Es el momento de que el vestuario deje de mirarse el ombligo y piense en la entidad que les paga.
Ellos son los que juegan y ellos se la juegan. Detrás de ellos tendrán a miles que les empujarán hasta la extenuación pero si ellos no quieren será imposible sacar la situación adelante. El futuro del Valencia CF lo deciden los futbolistas. Es su momento.