VALÈNCIA. El Villarreal despide 2022 con una nota global de notable, al ser un año en el que el equipo fue capaz de competir a buen nivel, el equipo filial logró el ascenso y la entidad sigue mostrándose como un proyecto saludable y de futuro, si bien en el tramo final se produjo la salida inesperada del técnico Unai Emery, pieza clave del proyecto.
La marcha por sorpresa de Emery al fútbol inglés hizo que por unas semanas el club se resintiera de esta salida, lo que generó dudas y nervios en el campo, los despachos y la grada.
La llegada de Quique Setién para asumir un proyecto muy hecho y de autor como el de Emery, no arrancó como se esperaba, lo que significó varias semanas de mucha inquietud.
El club apostó por la continuidad del técnico cántabro a pesar de las críticas y los resultados, al entender que su idea de juego y propuesta eran las ideales para el equipo.
El resto del año fue para el club castellonense uno de los mejores de su historia, ya que tanto deportiva, social, como económicamente, la trayectoria fue positiva.
Así, el primer equipo realizó una segunda parte de competición en la Liga de Campeones histórica, siendo uno de los equipos más destacados de esta competición.
Con Emery al mando se llegó a las semifinales, dejando por el camino a equipos como el Juventus de Turín o Bayer Múnich, cayendo con el Liverpool de forma muy honrosa en la antesala de la final.
Para el recuerdo quedarán los partidos en Múnich o Turín, que significaron clasificaciones históricas y el partido de vuelta con el Liverpool, que a la media parte el equipo castellonense había equilibrado la eliminatoria con un dos a cero a su favor pero que finalmente se decantó del bando inglés.
En la competición liguera el equipo se vio afectado por el desgaste de la máxima competición, aunque le dio para clasificarse a la Liga Conferencia, lo que como mínimo era alcanzar el objetivo de estar en Europa este curso, mientras que en la Copa del Rey, los castellonense no dieron el nivel al caer en los dieciseisavos ante el Sporting de Gijón.
En lo negativo del curso destaca el capítulo de lesiones, y por encima de todos las sufridas por Gerard Moreno. El delantero ha vivido en este 2022 un calvario con problemas musculares, concretamente de los isquiotibilaes, que le han tenido más fuera que dentro del equipo.
El jugador de referencia del Villarreal no ha podido tener continuidad, lo que le ha castigado física y mentalmente, mientras que para el equipo su baja ha sido un lastre, ya que el punta catalán es el jugador diferencial y clave del equipo.
A la lesión del punta se pueden añadir los problemas de Manu Trigueros, Alberto Moreno, Arnaut Danjuma o Gio lo Celso, que también han pasado por momentos complicados y han estado fuera por bastante tiempo.
Dentro del capítulo deportivo cabe destacar que el ascenso del equipo filial al Segunda División con el que se reafirma el proyecto de cantera del club. Además, los de Miguel Álvarez han sido capaces de firmar un buen arranque de temporada, manteniéndose alejados de las plazas de descenso.
En lo que se refiere al primer equipo, los de Quique Setién llegan a 2023 metidos en todas las peleas deportivas, por lo que las sensaciones siguen siendo positivas a la espera de ver como evolucionan las cosas en esta segunda parte de la temporada.
El capítulo social también fue positivo al superar los 22.000 socios, récord del club y que curiosamente se ha dado en un año complicado, ya que los abonados tuvieron que ver a su equipo lejos de su estadio desde agosto, en Ciutat de València, ya que La Cerámica acomete en el actualidad una ambiciosa obra que marcará el futuro de la entidad.
La remodelación del estadio de la Cerámica estará concluida el 10 de marzo, fecha de la celebración del centenario de la entidad, si bien se estrenará en el partido de Liga del día 31 de diciembre ante el Valencia.