VALÈNCIA. El Villarreal avanza por el actual campeonato de Liga con una dinámica marcada por ofrecer la cara de la moneda con su mejor rendimiento cuando juega como local, pero con la cruz y sin convencer cuando actúa como visitante.
El cómputo total a domicilio, con trece puntos de los 45 que ha disputado, refleja esta tendencia frente a la que muestra en casa donde acumula 31 y solo ha perdido dos veces.
El equipo que entrena Unai Emery, que ha sido capaz de ganar a domicilio en la Liga de Campeones ante rivales del poderío del Atalanta (2-3) y la Juventus (0-3), en la segunda vuelta de la Liga ha perdido en sus visitas a equipos como Elche, Osasuna o Cádiz, ante los que necesitaba puntuar para acceder a posiciones europeas en la actual campaña.
En casa, el equipo perdió por última vez en noviembre ante el Barcelona y desde entonces acumula seis victorias y dos empates, con veinte de los veinticuatro puntos de estos ocho encuentros.
Los de Emery son una especie de doctor Jekyll y míster Hyde. En su campo se muestran como un equipo solvente, serio y competitivo, para transformarse a domicilio, donde le cuesta ser superior a la mayoría de sus rivales,
Este déficit es el que lastra al equipo, tal y como ha admitido su entrenador. “Aunque la Liga de Campeones no está dando alegrías, la liga tiene 38 jornadas y nosotros tenemos un peaje en la barrera de los partidos a domicilio”, señaló.
“Equipos como el Atlético de Madrid, el Barcelona o el Sevilla ofrecen más que nosotros en este tipo de desplazamientos y esa es una punto que nos cuesta romper”, prosiguió el técnico vasco.
Esta situación contrasta con algunos de los marcadores de la primera vuelta lejos de La Cerámica, donde el equipo empató ante el Atlético de Madrid y el Real Madrid y ganó a la Real Sociedad, pero se ha truncado en la segunda a pesar del alivio que supuso ganar fuera de casa ante Betis y Granada, aunque las derrotas en otros desplazamientos merman las aspiraciones del Villarreal.
Para tener aspiraciones de llegar a las competiciones europeas, el equipo necesita mantener su dinámica como local ante Athletic Club, Valencia, Sevilla y Real Sociedad y cambiarla en los desplazamientos frente a Levante, Getafe, Alavés, Rayo Vallecano y, en la última jornada del campeonato, Barcelona.