El Villarreal, que comienza la segunda vuelta del campeonato recibiendo al Granada en el estadio de la Cerámica, necesita revertir la tendencia negativa de los últimos años en la segunda parte de la competición si quiere aspirar a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.
VALENCIA. El Villarreal, que comienza la segunda vuelta del campeonato recibiendo al Granada en el estadio de la Cerámica, necesita revertir la tendencia negativa de los últimos años en la segunda parte de la competición si quiere aspirar a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.
El conjunto dirigido por Fran Escribá ha finalizado la primera vuelta de la Liga en sexta posición con 31 puntos, a cuatro de distancia del Atlético de Madrid que ocupa en estos momentos la cuarta posición.
Para alcanzar dicha plaza en los últimos años ha hecho falta una media de 65 puntos lo que supone tener que sumar al menos 34 puntos en el segundo acto de la competición, una mejoría que no logra el equipo desde la temporada 2011-2012.
Entonces el Villarreal perdió la categoría pese a que consiguió mejorar en la segunda vuelta los números registrados en la primera: 22 puntos del segundo tramo por los 19 de la primera mitad.
No sucedió lo mismo en las últimas tres campañas donde el equipo comenzó de manera fulgurante y no pudo mantener el ritmo al final del campeonato. En las tres temporadas firmó los mismos números - 25 puntos en la segunda vuelta - a una gran distancia de los registros de la primera: 34 puntos en la 2013-2014; 35 en la 2014-2015 y 39 la pasada campaña.
De hecho, en caso de repetir la actuación de las últimas temporadas podría peligrar incluso el sexto puesto, que permite disputar competición europea la próxima temporada, ya que finalizaría con 56 puntos y la media necesaria está en 60 puntos.