VALÈNCIA. La presidenta del Valencia CF, Layhoon Chan, y su grupo de asesores, después de recuperarse de las fuertes emociones del enfrentamiento entre el once de Baraja y el Espanyol de Barcelona en Mestalla, pusieron el foco en los resultados de los comicios municipales y autonómicos. El vuelvo electoral que se produjo en la ciudad de València, donde el Partido Popular recupera tanto la Generalitat Valenciana (GV) como l'Ajuntament de València, previo pacto con VOX para gobernar, supone la entrada en escena de nuevos interlocutores para negociar la puesta en marcha definitiva de las obras del estadio de la avenida de Cortes Valencianas.
Carlos Mazón, como president de la GV, y María José Catalá, como alcaldesa, se enfrentarán al problema de desenredar la madeja del Nou Mestalla, un asunto que en gobiernos anteriores, el propio PP aprobó y alimentó con la validación de la polémica figura urbanística de la ATE de Mestalla, ampliamente criticada durante los años siguientes por los gobiernos del Botànic.
La ATE está caducada, a expensas de la resolución en tribunales de la demanda que el club presentó la semana pasada. El Valencia confirmó el jueves la presentación de una demanda judicial contra la caducidad anticipada de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) por parte de la Generalitat, y la justificó con la necesidad de mantener todas las vías abiertas hasta que haya un acuerdo con el Ayuntamiento de València sobre el convenio del Nou Mestalla. El viernes el club informó que ampliaba la demanda para incluir unas declaraciones de la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, críticas con Peter Lim, máximo accionista de la entidad, como ejemplo de las “trabas” que asegura que el Ayuntamiento ha puesto al club y que defiende que tienen parte de culpa en sus retrasos como promotor del Nou Mestalla.
Hasta la fecha el PSOE, con la vicealcaldesa Sandra Gómez y el concejal Borja Sanjuán como activos más beligerantes, se han mostrado firmes en sus postulados de caducar la ATE y armar un frente de tolerancia cero con Meriton si no comenzaba a cumplir con las obligaciones urbanísticas hacia la ciudad. Singapur no ha tolerado nunca que las condiciones las marcarán los políticos y los culpa de que las obras no estén ya en marcha con la inyección económica que el club recibió, vía LaLiga, del fondo británico CVC.
Tras una tregua de conveniencia por la elección del nuevo estadio como posible sede del Mundial 2030, la puesta en marcha de la maquinaria electoral para las elecciones del 28 de mayo dejó, otra vez en suspense, la resolución del gran conflicto que Meriton mantiene con la ciudad.
El Valencia no entra a valorar qué supone un cambio de gobierno en la ciudad, pero entiende que un cambio en las estructuras políticas del municipio tampoco perjudicará su relación con las autoridades, bastante deteriorada por los enfrentamientos con Gómez y Sanjuán.
Desde el club muestran su predisposición a encontrar un acuerdo porque su intención, defienden, es comenzar las obras inmediatamente. El club alude a que si hay un próximo acuerdo con las autoridades, que proporciona suficientes garantías jurídicas, retirará la demanda contra la resolución del Consell de caducar la ATE. Actualmente, recuerda el VCF, con la demanda por la ATE en tribunales y con la decisión de no aceptar el convenio que ha impuesto Urbanismo, están protegiendo sus intereses. El Valencia necesita constatar para dar ese paso que hay buena voluntad por parte de los políticos que en los próximes meses, cuando se constituya el nuevo gobierno, se encargarán de reabrir este asunto.
Las obras del nuevo estadio llevan paradas desde febrero de 2009 y previamente la Generalitat ya había realizado una propuesta de multa al club por incumplir los hitos que debía haber acabado en la Fase I de la ATE.
El 17 de junio, 20 días después de las elecciones, se constituirán los ayuntamientos de cada municipio, entre ellos el de València, y María José Catalá será investida como alcaldesa, según establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
Respecto a la Generalitat, los tiempos son diferentes. Les Corts se constituyen el 26 de junio, pero la decisión del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de convocar elecciones anticipadas el 23 de julio podría influir en este proceso y retrasarlo hasta septiembre u octubre.
Cualquier negociación de calado, como la del estadio, quedaría, por tanto en suspenso, hasta que se cierre este proceso de constitución del parlamento valenciano porque el órgano de gobierno de la Generalitat no estaría definido.
Pese a que Layhoon Chan esté expectante ante el cambio de gobierno, a ver qué determina la nueva administración de la ciudad, durante su etapa en la oposición, como candidata a la alcaldía de València, María José Catalá "valencianista de cuna" se ha mostrado muy crítica con Peter Lim.
Su última referencia a la polémica con la ATE y el nuevo estadio data del 6 de febrero. Entonces, la secretaria general del PP en la Comunitat Valenciana y portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de València, aseguró que como aficionada y valencianista estaba indignada por "la politización", "el manoseo" y "la utilización" del Valencia CF por "intereses electorales" y de "autopromoción".
"Creo que hay que trabajar más y hablar menos", dijo Catalá en una rueda de prensa junto al presidente del PPCV, Carlos Mazón, cuando fueron preguntados por los planes que tenían para el club y el nuevo estadio si finalmente gobernaban.
Catalá explicó que el Ayuntamiento "tiene que poner todos los instrumentos legales, administrativos, toda la capacidad de negociación posible para que se termine el campo porque esta ciudad está lastrada por una infraestructura que está más de una década en una situación bastante lamentable en uno de los accesos a la ciudad".
La próxima alcaldesa de la ciudad argumentó que la falta de entente y el enfrentamiento dentro del consistorio entre PSOE y Compromís en materia del nuevo estadio perjudicaba la resolución del asunto. "No tienen una postura unánime, creo que hay dos partes, dos partidos y dos posiciones distintas y esto lastra totalmente la negociación con el club, al que hay que apretar porque debe cumplir con la ciudad".
"Ahora hay dos posturas diferentes e interlocutan con el Valencia CF de forma distinta, se critican entre ellos, y juegan a ver quién está en la foto, quién se sienta con quién y quién es más firme. Yo tendría una postura unánime", agregó.
La distancia entre PSOE y Compromís, según Catalá,ha sido aprovechada por el club "para no rematar y no verse obligado y forzado a dar un paso adelante y cumplir con la ciudad en este momentos. Ha visto una administración en la que, en función de con quien interlocuta, tiene una postura distinta, lo que ha hecho que la posición de fuerza del Ayuntamiento sea considerablemente menor".
Catalá prometió que, si finalmente gobernaba, pretendía tener "una postura firme y unánime, negociar más y hablar menos y conseguir que se retomen las obras del nuevo estadio en la próxima legislatura sin falta y se cumplan los compromisos con la ciudad".
Sobre la fiabilidad de los representantes de Meriton como interlocutores a la hora de negociar con el Ayuntamiento, Catalá explicó que cree que una administración tiene "suficientes instrumentos y herramientas legales, no para jugar con la voluntad de nadie sino para jugar con sus posibilidades legales y administrativas".
Carlos Monzón, presente en el mismo acto, se limitó a contestar que era "urgente e imperativo cumplir con la ciudad y con los valencianistas" y añadió que por parte del PP "habrá una sola voz, una sola estrategia, una coordinación común entre Ayuntamiento y Generalitat, exactamente lo contrario que hasta ahora".