ALICANTE. El año 2021 dejará en la historia del Hércules uno de sus mayores fracasos deportivos, como la caída a la cuarta categoría del fútbol español, pero también el recuerdo del hartazgo de gran parte de la afición con la gestión propietario, Enrique Ortiz, que quedó reflejada en una manifestación por las calles de Alicante.
También es el año en el que Ortiz se quedó solo al frente de la entidad tras la salida de Juan Carlos Ramírez y en el que todos sus intentos por encontrar colaboradores y socios para compartir la gestión y financiación de la entidad fracasaron.
En 2020, la afición herculana ya había intentado realizar una protesta multitudinaria con una caravana de vehículos, pero la pandemia y sus limitaciones sanitarias impidieron una concentración tan numerosa como la que se produjo a finales de mayo.
Tras el nuevo batacazo y después de 21 años de gestión, con una sola temporada en Primera, más de un millar de seguidores del Hércules, a los que se fueron sumando por momentos centenares de seguidores, recorrieron las principales avenidas de la ciudad hasta llegar al Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto reclamando la marcha del club de Ortiz.
La protesta, convocada por varios colectivos de aficionados, como Asociación Herculanos o Unidad Herculana, tenía como lema "Ahora o nunca", en alusión a que era el momento de forzar la salida del máximo accionista.
Para ello se reclamó la ayuda de las instituciones, sobre todo la del Ayuntamiento, lo que provocó que el equipo de gobierno municipal realizara una declaración institucional pidiendo a Ortiz que escuchara a sus aficionados.
El empresario alicantino se mantuvo al margen de estas manifestaciones y su respuesta, una vez perdió el apoyo de su principal socio, Juan Carlos Ramírez, fue mantener la confianza en el director deportivo, Carmelo del Pozo, y demostrar su apoyo al proyecto aumentando su presencia en el día a día del equipo.
Ortiz no ha dejado de buscar nuevos socios o alianzas para la gestión del Hércules, como las que mantuvo con el excandidato a la presidencia del Barcelona, Toni Freixa. El empresario catalán llegó a viajar en varias ocasiones a Alicante, pero finalmente no hubo acuerdo para que asumiera la gestión, que nunca la propiedad, de la entidad.
También hubo contactos con el paraguayo Nelson Haedo Valdez, ex jugador del Hércules y ahora intermediario de un grupo inversor ruso, con el que se reunió en busca de una posible colaboración que no ha llegado a concretarse.
La respuesta de Ortiz, cada vez más solo y con mayor competencia, ya que en la ciudad ha emergido el Intercity, proyecto deportivo que sí cuenta con el respaldo de varios empresarios de prestigio, fue reducir el presupuesto para la plantilla.
La buena dinámica del equipo en las últimas jornadas y el inicio de los actos de celebración del centenario del club, que se celebrará durante todo 2022, han aparcado las críticas de la afición, que sin embargo sigue mostrando un rechazo generalizado a la gestión de Ortiz.
En 2021 han quedado sin revolver eternas asignaturas pendientes de la entidad, como el juicio para la resolución del arrendamiento del Rico Pérez, propiedad de la Generalitat Valenciana, que queda pendiente del informe de un perito en el que se cuantifique la indemnización que debería recibir la entidad herculana en el caso de la resolución del contrato de arrendamiento.