CASTELLÓ. El Castellón ha tomado su primera medida tras la derrota sufrida en la final de la fase de ascenso al destituir a Albert Rudé como técnico del equipo.
Así lo ha anunciado el club en un comunicado en el que agradece la “profesionalidad y dedicación que Albert y su equipo han demostrado durante los cinco meses que han estado en el banquillo orellut, logrando la clasificación para la final del play off de ascenso a Segunda División”.
De esta forma, la entidad que preside Bob Voulgaris rescinde el año que le quedaba de contrato al catalán. Rudé llegó al Castellón en enero para sustituir a Rubén Torrecilla, cesado cuando los albinegros iban segundos en la tabla. Los orelluts acabaron terceros tras una segunda vuelta de altibajos y en el play off sucumbieron en el partido decisivo.
El balance del preparador de Ripoll como entrenador del Castellón es de ocho victorias, siete empates y cuatro derrotas en los 19 partidos que ha dirigido en fase regular. En esa vuelta entera que ha estado al frente del equipo, los albinegros han sido los cuartos que más puntos han obtenido, con 31.
Después, Rudé ha disputado cuatro encuentros de promoción en los que ha sumado una victoria, un empate y dos derrotas. En esos choques, el Castellón superó en semifinales al Deportivo tras empatar 4-4 en el cómputo general y aprovechar su mejor posición en la fase regular para ganar la serie, mientras que en la final cayó por un global de 2-1 ante el Alcorcón.
Su balance no ha sido mejor que el de su antecesor, Torrecilla, quien firmó un registro de ocho victorias, cinco empates y cuatro derrotas antes de ser destituido por Voulgaris. En el momento del cese, el Castellón acababa de perder el liderato tras empatar en casa con la Real Sociedad B y quedar a dos puntos de la cabeza.
En ese momento, el mandatario albinegro justificó el despido en que “nuestros resultados habrían sido mucho mejores con un entrenador diferente”.
Un mes tardó el Castellón en encontrar un sustituto al extremeño, que al final fue Rudé. Su llegada se produjo pocos días después de la incorporación de Ramón Soria como director deportivo.
Durante la etapa del catalán en el banquillo, el equipo albinegro tuvo baches en su juego que le alejaron de la posibilidad de ascenso directo. No lo tuvo fácil el catalán, quien tenía la misión de cambiar por completo el estilo de juego del equipo y, a la vez, mejorar unos resultados que no eran malos. Tampoco ayudó la gestión del club en el mercado de fichajes de invierno, con un balance de llegadas y salidas que no mejoró lo que había.
En todo caso, el rendimiento del equipo y las sensaciones que transmitía en el terreno de juego no eran de un pretendiente al ascenso.
Voulgaris respaldó a Rudé cuando los resultados no acompañaron, pero, con el equipo luchando por entrar en promoción en la recta final de la Liga, dejó dudas sobre su figura al señalar que “sería absurdo hacer otro cambio ahora”. Esa declaración parecía indicar que se mantenía al catalán porque no había más remedio.
El Castellón no ha anunciado aún al sustituto de Rudé para la próxima temporada, aunque el club dispone de margen para elegir al nuevo inquilino del banquillo, con la temporada recién finalizada.