ALICANTE. El riesgo de descenso del Cádiz es ínfimo pero existe, de ahí que el duelo ante el Elche del próximo domingo forme parte del grupo cuyo inicio ha fijado LaLiga para las 21 horas.
A los amarillos les vale con un empate en el estadio Martínez Valero para mantenerse en LaLiga Santander, pero incluso podrían salvarse en caso de derrota (algo que le ha ocurrido en una de las cuatro visitas anteriores a los franjiverdes en la máxima categoría del fútbol español), siempre y cuando esta vaya acompañada de determinados resultados de rivales directos como que el Celta pierda en Balaídos con el Barça; o que el Getafe empate o gane en Zorrilla; o que el Valencia pierda en el Villamarín, el Getafe haga lo propio en su visita al Real Valladolid y que el Celta y el Almería empaten sus respectivos compromisos con Barça y Espanyol, propiciando un empate múltiple a 41 puntos con Getafe, Valencia, Almería y Celta.
Roger Martí, el Departamento de Integridad y la 'Operación Conífera'
Que el Cádiz e incluso el Elche se pudieran estar jugando algo (la permanencia) en la última jornada es lo que llevó a LaLiga a frenar en enero la operación de cesión de Roger Martí del segundo al primero. La patronal de los clubes bloqueó lo anterior, entre otras cosas porque lo que se planteaba inicialmente es que la salvación del Cádiz obligaba a este a hacerse con los derechos económicos del delantero a cambio de 2.00.000 de euros, a pagar esa suma al Elche... Algo que a LaLiga, como dirían en Argentina, "le hacía ruido". Así, después de que el 26 de enero los clubes hubiesen anunciado una cesión, LaLiga 'obligó' a que celebrasen un traspaso, concretamente, emplazó al club gaditano a hacerse con el futbolista en propiedad dentro de la ventana de fichajes de invierno (así lo confirmaban a Alicante Plaza este martes desde la entidad del Martínez Valero y figura como tal en la página oficial de la patronal de los clubes) si quería inscribirlo en ella, algo que finalmente se produjo, conllevando también que quedase amortizada en ese momento la inversión de 3.000.000 euros que le había supuesto al Elche el fichaje del delantero de Torrent en el mercado de verano.
Si eso fue así ya en enero, no puede sorprender que el domingo en el Martínez Valero vayan a estar presentes integrantes del departamento de Integridad de LaLiga. Es verdad que se trata de una medida habitual de la patronal en el tramo final de la competición respecto a partidos en los que hay algo en juego, pero también una muestra más de que la patronal aplica una suerte de 'principio de culpabilidad', en lugar 'de inocencia'.
En el encuentro que el Cádiz y el Elche de la jornada 35 de la pasada edición de LaLiga Santander, disputado el 7 de mayo en el hoy estadio Nuevo Mirandilla y en el que el equipo amarillo se jugaba la salvación, ya hubo presencia de miembros del citado Departamento de Integridad. El Cádiz se llevó la victoria en el mismo por un claro 3-0, pero LaLiga no detectó nada anormal. Eso sí, ese duelo se vería después salpicado por la investigación de la bautizada como 'Operación Conífera', aunque la realidad es que todo quedó en una fanfarronada de uno de los investigados. En una de las llamadas intervenidas, uno de ellos le decía a un tercero "se han perdido un amaño nuevo, que el Elche se va a dejar ganar y que no apuestan porque se paga a 1,60 y hay que meter mucho dinero para ganar mucho dinero", pero la investigación de la Policía Nacional, bajo la dirección del titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) no permitió concluir que lo que decía Romero fuera cierto.