ELDA. Con su triunfo sobre el Eibar de este lunes, el Eldense elevaba a 22 el número de partidos ligueros disputados en el Nuevo Pepico Amat de manera consecutiva sin perder.
Desde el 17 de abril de 2022, cuando cayó como local con el Águilas por 0-1 en encuentro correspondiente a la jornada 30 en el grupo 5 de Segunda Federación, el equipo azulgrana no conoce la derrota ante su público en Liga. A ese resultado adverso le siguieron dos victorias en los partidos correspondientes a las dos últimas jornadas como local de la fase regular de esa temporada 2021/22; otros 12 triunfos y 7 empates cosechados en la fase regular en el grupo 2 de Primera Federación la pasada campaña; y la victoria de este lunes en el duelo de la jornada 3 de LaLiga Hypermotion 2023/24.
Si a esos partidos de fase regular le sumamos los dos del 'play-off' de ascenso a Primera Federación de la 2021/22 (el Eldense jugó en el Nuevo Pepico Amat, pero esa era una fase de ascenso que se supone que se celebraba en campo neutral y en la que formalmente fue el equipo visitante porque sus rivales habían finalizado la fase regular mejor clasificados) y los otros dos del 'play-off' de ascenso a LaLiga Hypermotion del pasado junio, el número de encuentros consecutivos sin perder como local del Eldense asciende a 26.
La única derrota que ha encajado ante su público el Eldense en los 498 días transcurridos desde el mencionado envite de abril de 2022 y el de este lunes fue en Copa del Rey, en la tercera ronda del torneo del 'ko' de la pasada campaña, cuando el Athletic derrotó 1-6 a los azulgranas.
Ambientazo
La cita de este domingo puso a prueba la capacidad de organización del Eldense y no solo por las no pocas mejoras que ha tenido que llevar a cabo (no todas las actuaciones han finalizado) en el Nuevo Pepico Amat en estos dos meses para cumplir con las exigencias de LaLiga, también por el dispositivo de seguridad y tráfico que rodeó al choque (en el que colaboró el Ayuntamiento de Elda a través de la Policía Local).
En el coliseo azulgrana se dieron cita 4.356 espectadores que (salvo los 200 aficionados del Eibar desplazados) no dejaron un solo minuto de animar al equipo de Fernando Estévez (también pidieron la dimisión de Luis Rubiales), un apoyo que destacaba el técnico y que le llevó a dedicarles el triunfo.