VALÈNCIA. El Villarreal cerró la temporada 19-20 de manera notable después de que el equipo recuperase tras el confinamiento por la pandemcia de la COVID-19 su mejor nivel, lo que permitió en una recta final memorable alcanzar la quinta plaza y la clasificación para la Liga Europa.
La presencia en Europa era el objetivo más optimista de un equipo que la temporada pasada sufrió por salvar la categoría, con lo que en esta el primer objetivo era el de certificar la salvación sin los problemas de la anterior, y ya una vez alcanzado ese objetivo luchar por una de las plazas de Liga Europa. Curiosamente, el Villarreal llegó al parón por la pandemia en su peor momento, ya que el equipo de Javi Calleja había acumulado una racha de tres derrotas, lo que les había dejado fuera de las plazas europeas, por lo que de no volver la competición el equipo habría quedado fuera de esas plazas, con lo que puede suponer en el orden deportivo y económico.
Así, el regreso no ha podido ser mejor, ya que el de Calleja ha sido uno de los mejores equipos en este periodo con una versión renovada de su estilo. Este nuevo Villarreal fue capaz de ser un equipo más sólido atrás, que pasaba por ser uno de los problemas del año, a lo que sumó su capacidad ofensiva y de pegada, que ha terminado siendo uno de los más goleadores del campeonato. La temporada había sido irregular hasta la interrupción de la competición.
El equipo era capaz de encadenar buenas rachas de resultados, pero los alternaba con algunas derrotas inesperadas, del mismo modo que demostró ser muy competitivo con los equipos de la zona alta y superar a muchos de ellos, para dejarse puntos con los equipos de la zona baja. A excepción del Barcelona, fue capaz de ganar o puntuar con el resto de equipos de esas primeras posiciones de la tabla, mientras que cayó derrotado con equipos como el Mallorca fuera de casa, o Leganés, Espanyol o Celta en casa, siendo estos equipos de la zona baja de la tabla o de descenso en sus visitas al estadio de la Cerámica.
Esas derrotas impidieron a los amarillos estar más cerca y más tiempo en puestos europeos, algo que si se solventó con el regreso del fútbol tras la pandemia. Algo parecido le pasó al Villarreal en la Copa del Rey, una competición en la que estaban a un paso de la semifinal, tras una muy buena competición, y que se truncó con la derrota con el Mirandés. Respecto a los jugadores, destaca el rendimiento de Santi Cazorla y Gerard Moreno, que fueron de lo mejor de su equipo.
Cazorla firmó en su segunda temporada tras regresar al Villarreal, la que ha sido su mejor campaña en números, al marcar más goles que nunca, con 11 dianas en Liga , y ser uno de los jugadores con más asistencias de gol del torneo. Gerard Moreno acaba el curso como el máximo goleador nacional, al marcar dieciocho goles, siendo vital para que el equipo alcanzara su objetivo. Tras ambos jugadores, destacan los defensas Raúl Albiol y Pau Torres, los medios Vicente Iborra, Moi Gómez y Zambo Anguissa, y el joven Samu Chukwueze. Albiol fue el jefe de la defensa amarilla, siendo el jugador que devolvió la tranquilidad en esa parcela.
Esa experiencia sirvió para potenciar el nivel del joven Pau Torres, defensa revelación del campeonato, mientras que la fortaleza de Anguissa, que fue de menos a más, y la fuerza y sacrificio de Vicente Iborra, fueron vitales para que el equipo tuviera equilibrio. La primera parte de la temporada fue para un gran Moi Gómez, siendo un jugador que manejó el juego del equipo, mientras que la temporada que se cierra fue la de la certificación de Samu Chukwueze, que ya es el jugador más desequilibrante del equipo.
De esta campaña también se recordará, tanto por el regreso del capitán Bruno Soriano a los terrenos de juego tras tres años fuera del equipo por una lesión en la tibia, como por su retirada como jugador activo tras el partido de la última jornada ante el Eibar. Tanto Bruno como Santi Cazorla pusieron en la jornada final de la Liga 19-20 el punto final como villarrealenses, en el caso del asturiano tras una segunda etapa de dos años en el club, que abandona para jugar en Catar.