VILA-REAL. El Villarreal afronta este sábado (16:30) una nueva prueba de pretemporada tras el partido de entrenamiento ante el Leicester del pasado sábado y el amistoso del miércoles ante el Sion. Esta vez el rival es el Saint-Éttiene y el escenario el Stade Joseph Moynat de la localidad francesa de Thonon-les-Bains, cerca de la frontera con Suiza.
Se trata del último encuentro antes de que la expedición grogueta regrese a Vila-real para seguir trabajando de cara a los tres amistosos restantes. Ante el Saint-Éttiene el objetivo de los de Marcelino García Toral es dar continuidad a las buenas sensaciones mostradas en el la victoria por 1-3 frente al Sion, en la que varios futbolistas ilusionaron a la afición grogueta.
Se trata de hombres como el recién fichado Pape Gueye y los recuperados Yeremy Pino y Juan Foyth, que demostraron estar en plena forma y cargados de confianza. También será una oportunidad para ver a futbolistas que no tuvieron minutos en el anterior choque, como es el caso de Willy Kambwala, Denis Suárez y Alexander Sørloth.
Enfrente estará un Saint-Éttiene que, como el Submarino, disputará su segundo amistoso de la pretemporada. En el primero empató a un tanto frente al Clermont, equipo recién descendido a la segunda división francesa, la Ligue 2. Una Ligue 2 de la que, precisamente, acaba de salir el propio Saint-Éttiene tras pasar en ella las dos últimas temporadas.
Cabe recordar que el Saint-Éttiene es uno de los equipos más grandes de la historia de Francia, siendo hasta hace dos temporadas el club con más campeonatos de liga del país (10). Ahora el conjunto francés, que nunca se ha enfrentado al Villarreal, afronta una nueva temporada en la Ligue 1 con Olivier Dall'Oglio en el banquillo, entrenador que llegó al club el pasado mes de diciembre y que le ha devuelto a la máxima categoría.
Juegue quién juegue en el Submarino, lo que parece es que el ambiente dentro del vestuario es inmejorable a estas alturas de temporada. A juzgar por las declaraciones de varios futbolistas, del propio Marcelino y por los videos que publica el club, los jugadores están reforzando notablemente el espíritu de grupo en estas primeras semanas del curso.
El buen rollo se refrendó con una barbacoa y un karaoke en la noche de este jueves, en la que se vio a cada jugador arrancarse con su canción favorita frente al resto de la plantilla. Una unión que es muy importante para el desarrollo de cualquier equipo y que los amarillos buscan que se refleje también sobre el terreno de juego.