VALENCIA. El entrenador del Sevilla, Unai Emery, ha comentado hoy en rueda de prensa que desea "disfrutar de la final" la Copa del Rey de mañana "ante el Barcelona, que es favorito" porque "necesita el doblete" pero aunque los sevillistas ya han "ganado una final, mañana" irán "a por ella".
Emery aseguró que "para nada" el hecho de haber ganado el miércoles la Liga Europa resta importancia "a la opción de ganar un título delante de 25.000 sevillistas" y por eso tratará de "exponer los argumentos para romper el favoritismo del Barcelona".
El preparador vasco confirmó que excepto los sancionados, N'Zonzi y Kolo, y los lesionados de larga duración "todos están bien", incluido el capitán, José Antonio Reyes, recién salido de una operación de apendicitis y del que "habrá que ver cómo está físicamente".
El técnico guipuzcoano destacó el "respeto ganado" por sus jugadores para quienes "jugar la final es un regalo", por lo que van "a intentar acabar la temporada de la mejor manera posible" sin acusar "el cansancio después de un año jugando casi todas las semanas miércoles y domingo".
Emery admitió que el Sevilla no ha "encontrado el equilibrio fuera de casa" durante toda la temporada y por eso desea que mañana "se cree un ambiente como el de la final Getafe-Sevilla (en 2007)", cuando "lo de la afición del Sevilla fue espectacular".
Unai Emery advirtió que "la gente va a disfrutar, pero para" los profesionales "es un día de trabajo" ante un rival cuyos "números es mejor no citarlos", que presentará en la final su "mejor versión" y ante el que "lo normal es perder".
El técnico sevillista explicó que para preparar una semana con dos finales dispuso que "nadie hablara de la Copa hasta el jueves, no quería saber nada para trasladar toda la energía al miércoles" y ahora desea "dejar lo que quede, todo o mucho, en intentar ganar mañana".