VALÈNCIA. Datos para reflexión;
El Sevilla FC desde el año 2005 hasta ahora ha conseguido 10 títulos, antes de dicho año tan solo 6, el más reciente antes de este ciclo en 1948, total 16 títulos oficiales, 4 de ellos desde el año 2014.
El Atlético de Madrid desde 2014 hasta ahora ha conseguido 5 títulos, 2 de ellos de liga, mientras que del 2009 ahora suma un total de 10, el más reciente anterior al ciclo actual es de 1996, con un total de 32 títulos oficiales.
Nuestro Valencia CF después del año 2005 ha logrado tan solo 2 títulos, el anterior más reciente fue en el año 2004, mientras que desde desde 2014 , año de la compra del Valencia por parte de Meriton un exiguo título para un total de 22 títulos oficiales y dos más en proceso de reconocimiento.
Según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol el Sevilla FC en 2014 fué el equipo número 20 mientras que el At de Madrid el 3 nosotros el 53, en 2020 el SevillaFC pasa a ser el 8 el At de Madrid el 23 y el Valencia el 220. Sin comentarios máxime cuando en el año 2004 fuimos los número 1.
Si nos vamos a la evolución de abonados, de público o de socios no abonados, vemos que el Sevilla FC tuvo 39.600 abonados en 2020 y socios con otros programas 45.000, cuando en 2004 eran 32.800 en total, un crecimiento de en torno al 40%.
En el caso del At Madrid podemos ver como en la actualidad son 58.000 abonados y socios no abonados 130.000, mientras que en 2004 no pasaban de los 35.000 en total, crecimiento de más de un 300 %, si queremos hacer la comparación de socios sin otros programas el crecimiento también es importante , en torno al 60 % .
Mientras que nuestro Valencia tiene ahora 32.000 abonados, no constan otros programas de fidelización de socios de otro tipo, pero por ejemplo en la temporada 2003/2004 la media de espectadores en Mestalla superaba los 47000, un descenso del 30 % casi.
Por no abrumar el Sevilla desde 2013 ha aumentado sus ingresos en un 223 %.
Estos datos lo dicen todo. Desde que fuimos galardonados como mejor equipo del mundo en 2004, al haber obtenido esa temporada 3 títulos de carácter oficial, el declive de la entidad es evidente.
Si además comparamos los últimos 8 años, los que lleva Meriton como máximo accionista, no solo se ve el declive sino como rivales claramente inferiores en distintos ratios comparables nos han barrido deportiva y socialmente.
La claves para que nos hayan pasado a todo gas nuestro adversarios naturales, At Madrid y ocasionales, el Sevilla FC, han sido la profesionalización en la gestión, la buena organización interna de las entidades llevadas a cabo por estos gestores, el aprovechamiento de las oportunidades que el negoció fútbol ha propiciado, como la internacionalización de mercados y la renovación de las infraestructuras, que han pasado de espacios deportivos de 2 h de explotación cada 15 días a espacios de negocios, de ocio , de reafirmación identitario mundo fútbol, los 365 días al año.
Por el contrario nuestra clave ha sido, antes de 2014, no aprovechar el tren que supuso esa década prodigiosa del Valencia, 9 títulos, como motor del impacto de marca aprovechando la globalización del fútbol, el éxito del fútbol español como exponente del mejor fútbol mundial, era de las Eurocopas y del Mundial, por malas decisiones, mejorables prácticas de gestión, modernidad en las estructuras organizativas…y a partir del 2014 no coger esa estela de títulos acabada en 2008, con 5 internacionales españoles titulares de “La Roja” ,por haber “entregado” el club a una entidad cuyo interés nunca ha sido mantener al Valencia en la senda de esos años dorados, o al menos en la senda de lo que nuestra historia nos ha mostrado, sino en, nadie sabemos aún pero lo podemos intuir, otros intereses que quizás tengan más que ver en el negocio que se origina al mover casi 1000 M de euros en compraventas de jugadores, en sustituir un fondo de inversión de futbolistas en una red de clubes de fútbol donde mover esos jugadores, nunca lo sabremos…o si.
Lo que queda claro es que Sevilla FC y At Madrid cuentan con dos estructuras organizativas, perfectamente engrasadas, con profesionales de reconocido prestigio en sus distintos ámbitos, que les han permitido aumentar sus recursos, gastarlos bien, controlar su deuda, tener modelos deportivos y de negocio consolidados y punteros.
Mientras el Valencia no ha controlado la deuda, estamos inmersos en una ampliación de capital no para crecer sino para salvar la causa de disolución, no hay una estrategia de crecimiento ni de hacia donde va la sociedad, tampoco ha trabajado la estructura deportiva con una línea clara de lo que se quiere, sin un modelo claro del perfil de jugadores válidos para la cantera, en la que el filial anda por la 5ª división, no se tiene claro si el perfil de entrenador es teórico, pausado o motivador, enérgico… no se sabe si dar cabida los jóvenes con proyección juntándolos con veteranos curtidos en la casa y/o traídos de fuera pero de contrastada profesionalidad y veteranía o un “totum revolutum” donde cada jugador tiene un perfil, una característica que no tiene nada que ver con el de al lado.
Lo que es verdaderamente triste es que en todo el valencianismo, empresarial, ciudadano, político, futbolístico… no exista esa determinación que antaño nos hizo ser una comunidad admirada por el tesón y la capacidad de trabajo de sus habitantes. No nos extraña que a la par de no saber defender nuestra equidistancia entre Barcelona y Madrid, nuestras señas de identidad propias dentro del respeto a la integración y pertenecía al proyecto común que es España, nuestras instituciones bancarias y empresariales emblemáticas, algunas no existen y otras tienen sus sedes centrales en la Castellana, por ejemplo…. Pues a todo esto nuestro Valencia CF, la entidad social de más calado en la autonomía, con peñas, no hablemos a nivel mundial si no en la autonomía con lo de elemento de vertebración que es y que puede seguir siendo, no es rescatada, haciendo uso de la ley, no a las bravas, sino aplicando lo que al resto de los mortales se nos aplica y así auspiciar una refundación, una vuelta al valencianismo de nuestra institución deportiva.
En el casi año y medio que “Espíritu del 86” existe como agrupación de valencianistas hemos oído a muchos prohombres valencianos decir ”esto solo lo arregla la banca y la administración”, pero no porque se haga una jugada torticeramente más digna de una república bananera o por ejemplo un estado pseudo democrático asiático, por decir algo, si no por aplicar la ley y forzar a que su cumplimiento implique la intervención judicial o concursal y en consecuencia la apertura de una ventana a la democratización otra vez del club y a la gestión de lo que decidan los valencianistas.
Que pena que la administración de balones de oxigeno, permita que con CVC se haga un campo irrisorio, claramente insuficiente para garantizar el acercamiento a esos dos clubes citados anteriormente y revertir en pocos años la situación con respecto a ellos.
Se reclama a la administración fidelidad con sus administrados, rigurosidad para todos igual y a la entidad bancaria que no mire hacia otro lado, cualquier día hay una espantada y no se salvará la causa de disolución…si ellos van jugando nosotros vamos padeciendo, si ellos les dan oxígeno que sepan que a nosotros, sus votantes, sus impositores, sus ciudadanos o clientes nos lo están quitando.
No va a haber a este paso un “buñuelo de cemento” en la entrada de Valencia, esto tiene pinta de que vaya a haber 2, uno entrando por Ademúz y otro por la entrada norte…
Están ayudando a Meriton a empequeñecernos hasta convertirnos en insignificantes haciéndoles el caldo gordo y alimentando al liquidador.
ESPÍRITU DEL 86