En el ADN va la Copa

VALÈNCIA. A raíz de una frase en la presentación de Bordalás (aquella de "quiero recuperar el ADN del Valencia CF"), el gabinete que esparce la propaganda institucional lo cogió como mantra para colocarlo como slogan en cualquier comunicado referente al equipo. El "ADN Valencia CF" se podía leer en cualquier escrito referido al área deportiva del club hasta tal punto que sólo faltó ponerlo en los partes médicos. De hecho no lo pusieron porque este verano no se emitió parte alguno.

En ese tan manoseado ADN valencianista ocupa un lugar muy importante la Copa del Rey. El torneo del KO ilusiona y mucho al aficionado valencianista, por eso es normal que la gente esté muy arriba de expectativas ante la posibilidad de volver a otra final 3 años después. 

Cada generación tiene su final de Copa. Por edad la mía es la de Kempes sometiendo al Madrid en el Calderon en el 79 vistiendo la senyera. Aunque reconozco que guardo a nivel profesional y sentimental un recuerdo imborrable de la de 2019 de Sevilla e imagino que ustedes comprenderán el porqué ("¡Mira, mira, papá!").

Que Mestalla quiere la Copa no sólo es un cántico, es una declaración de principios con la lección bien aprendida de lo que pasó hace tres años con un dueño que ni se dignó a bajar al vestuario tras la final ganada, ni apareció en los festejos de esa misma noche, ni del dia posterior, y de alguno de sus acólitos en la ciudad (ya de vuelta a Singapur hoy en día) a quien hubo que obligar a empujones a ir a Sevilla porque decía que en un torneo que no dejara dinero ni él, ni el equipo pintaban nada.

La Copa es capaz de transformar épocas oscuras y complicadas como las que está viviendo el club y ponerles algo de luz, de optimismo y de esperanza. La Copa transforma al Valencia y lo convierte en un equipo peligroso independientemente de las calamidades que surjan a su alrededor. 

Este club fue capaz de ganar una Copa con Koeman en el banquillo y el equipo jugándose el descenso, e incluso fue capaz de llegar a unas semifinales con el ínclito Gary Neville en el banquillo.

La Copa va en el ADN valencianista hasta el punto de lograr rimas de justicia poética como la de Hugo Duro que en tres años pasó de cántico de mofa a héroe por méritos propios en la eliminatoria contra el Cádiz, y que le dio la revancha a Diakhaby ante Juan Cala.

Habrá títulos más reconocidos o prestigiosos, pero en el ADN del Valencia CF el que está grabado a fuego es la Copa. Yo si fuera el Athletic no descuidaría esa parte de la ecuación, porque si lo hace tengo claro quien estará en La Cartuja el 23 de abril ¿Y ustedes?