natación

Enrique Melo vuelve 50 años después de la mítica final olímpica de Múnich 72

16/01/2023 - 

VALÈNCIA. El Autonómico Open Máster de Invierno (25 metros) de la Federación de Natación de la Comunitat Valenciana reunió en la piscina de Castellón a 713 deportistas, pertenecientes a 38 clubes. Esta masiva representación ponía de manifiesto el interés y el buen nivel de un numeroso grupo de nadadores. Entre todos ellos, y queriendo pasar desapercibido, destacaba la figura de Enrique Melo Ramón (Gandía; 23-04-1953) quien había decidido competir para representar al Fanàtic Swin Castelló en la categoría de mayores de 65 años. 

Pocos lo recordarán pero Enrique Melo Ramón participó en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Cincuenta años después de aquellos JJOO, y cerca de cumplir los setenta, Enrique Melo continúa en activo. Lo evidenció en la piscina de Castellón, donde nadó junto a otros dos deportistas olímpicos (Rocío Ruiz que nadó en Barcelona 1992 y Kiko Hervás quien participó en aguas abiertas en Pekín 2008 y Londres 2012), a la vez que con 12 plusmarquistas nacionales que lograron una importante cantidad de nuevas mejores marcas.

Enrique Melo es un histórico de la natación valenciana. De ello puede presumir la FNCV. El de La Safor cuenta en su palmarés con16 campeonatos de España de natación. Ahí es nada. Pero, además, participó en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Ya ha llovido dese entonces. Los JJOO de Múnich fueron su consagración como deportista. Fueron una de las competiciones con más carga emocional de toda la historia de los Juegos. 

Aquella cita olímpica pasó a la historia por dos acontecimiento bien dispares: las siete medallas de oro del mítico Mark Spitz en natación (el icono por excelencia cuando se habla de un deportista olímpico) y por el atentado terrorista que se cobró la vida de once miembros del equipo olímpico israelí, después de ser tomados como rehenes y asesinados por un comando del grupo terrorista Septiembre Negro. 

Quique Melo estuvo allí. Y lo vivió de bien cerca. Tanto, que el nadador valenciano puede presumir de haber competido contra el mítico Matrk Spitz en la final de los 4X100 metros libres. Aquella final fue una hazaña de la selección española. España se metió contra todo pronóstico en la final eliminando a grandes potencias del momento como Australia o Japón. Estados Unidos, las extintas URSS y la DDR coparon el medallero. Eran imbatibles. Melo hizo la tercera posta, vio pasar como una flecha al “Tiburón” Spitz, y España quedó en octava posición. 

Aquella final le pasó factura a la selección, que no entró en la final de los 4X100 estilos debido al cansancio acumulado, y se conformó con la duodécima plaza. Eran otros tiempos. La selección olímpica española no se preparaba tan a conciencia como ahora. De hecho, España solo logró una medalla, la de Rodríguez Cal en boxeo, que le clasificó en el puesto 43 del medallero. Mientras, Spitz había demostrado desde el primer momento que quería hacer historia. Ganó la final del 200 mariposa batiendo el récord del mundo en más de un segundo y sumó la primera de sus siete medallas de oro.