La relación entre Suso y Pako se deterioró durante todo el verano porque desde la renovación el vasco se alejó de lo que le había hecho convencer a los gestores de su continuidad. Sus números hacían la situación insostenible
VALENCIA. El consejo de administración del Valencia CF, celebrado en Singapur este martes, con Peter Lim a la cabeza hizo caso punto por punto del informe técnico que ofreció el director deportivo, Suso García Pitarch, y destituyó fulminantemente al entrenador vasco, Pako Ayestarán.
Ayestarán fue la apuesta de Pitarch el pasado mes de mayo pero este sólo cuatro meses después, y con cuatro jornadas de Liga disputadas, ha asumido su error y se mostró muy firme ante la propiedad haciéndoles ver que se había equivocado en la apuesta y también tratando de explicar que lo más sensato era cambiar el rumbo cuanto antes.
Ayestarán había perdido sintonía con la dirección deportiva en las últimas semanas, pero la relación se comenzó a erosionar en Venlo, cuando el preparador físico de Ayestarán, José Viela, afirmó publicamente que la lesión de Siqueira "era un problema preocupante" y García Pitarch recriminó al cuerpo técnico que hablarán así de un jugador que había jugado infiltrado varios partidos el curso anterior y estaba recuperándose del tobillo. Desde ese momento, Ayestarán y Suso planificaron juntos y discutieron mucho sobre futbolistas.
El técnico descartó a varios jugadores interesantes para reforzar la posición de nueve puro y se empeñó en delanteros de movilidad. Pitarch le ofreció varios delanteros de perfil rematador pero Pako se contentó con Munir, hasta que el último día de mercado se decidió a pedir un rematador puro pero no quiso lo que se le ofreció. Esos vaivenes fueron constantes durante el periodo veraniego y desde el club aseguran que desde su renovación Pako se convirtió en otra persona y alejado de lo que había propuesto antes de firmar su renovación. De Ayestarán gustó mucho su argumentación de recuperar la esencia del Valencia CF competitivo y luchador que tantos éxitos logró. Sin embargo, luego su propuesta futbolística no se pareció en nada a eso.
El vasco insistió mucho durante el verano en la necesidad de cerrar la plantilla pronto pero en el club sorprendió mucho tanta insistencia cuando él sabía mejor que nadie la situación económica del club y la necesidad de vender para cuadrar balances. "A Pako se le explicó el proyecto y sabía que tendría un buen equipo pero que la plantilla se cerraría el último día" afirma una fuente del Valencia CF.
Las cuatro derrotas ligueras en otras tantas jornadas han dejado sin aire al entrenador. El distanciamiento entre él y Pitarch, su cambio repentino en el ideario futbolístico respecto a lo hablado antes de renovar y la perdida de confianza de la plantilla en el técnico han sido argumentos más que suficientes para liquidar al tercer entrenador en menos de un año. Ahora el Valencia CF busca un técnico contrastado. No quiere más experimentos. Tras las horrorosas experiencias de Gary Neville y Pako Ayestarán no pueden fallar.
Meriton sabe que se juega mucha parte de su credibilidad en su nuevo entrenador y en como le vaya a este. La situación en la tabla es dramática y solo cabe acertar. Según fuentes del club, se busca un técnico contrastado, con experiencia en los banquillos y que sea capaz de darle la vuelta a la situación del equipo en la tabla.
En las últimas horas ha contactado con varios entrenadores. Uno de ellos Marcelino García Toral, pero la normativa, en principio le impide entrenar en España, aunque eso lo tendrá que confirmar la Federación Española de Fútbol durante este miércoles. Otro de los nombres tanteados y que encaja en el perfil de técnico muy táctico y con buenos conceptos defensivos es el del italiano Roberto Mancini. El italiano recibió una llamada el pasado fin de semana desde Mestalla y estaría encantado de aterrizar en Valencia. Ni uno, ni otro son alternativas únicas porque el club no tiene nada cerrado todavía y pese a que no quiere alargar mucho la decisión si tratará de afinar al máximo la elección porque no se puede fallar.