El árbitro sueco, multimillonario tras vender su participación de una televisión sueca, acumula más de cien partidos internacionales
VALENCIA. Jonas Eriksson, árbitro sueco encargado de dirigir el encuentro entre el Mónaco y el Villarreal en la vuelta de la fase previa de la Liga de Campeones, es internacional desde 2002 pero desde 2005 años ha convertido esta ocupación en casi una afición ya que la venta de una participación en una empresa de comunicación le hizo multimillonario.
Eriksson, nacido en la localidad sueca de Sigtuna hace 42 años, se benefició de la venta de una televisión sueca, con derechos sobre eventos deportivos, de la que tenía una participación del 15% y por la que recibió 6 millones de libras, unos 9 millones de euros.
Sin embargo, esta mejora en su cuenta corriente si hay algo que no ha cambiado es su afición por el arbitraje, como lo demuestra el más del centenar de encuentros dirigidos. Desde su debú internacional hace más de catorce años ha arbitrado 108 partidos, lo que le convierte en uno de los colegiados más experimentados del continente.
Además en los últimos años ha dirigido compromisos importantes como una semifinal de la última Eurocopa disputada entre Gales y Portugal; la final de la última Liga de Europa que enfrentó a Sevilla-Liverpool o las semifinales de la Liga de Campeones de las temporadas 2014-2015 y 2013-2014.
Pese a su dilatada carrera nunca se ha cruzado ni con el Villarreal ni con el Mónaco. Ahora bien presenta buenos precedentes con los equipos españoles ya que de los trece compromisos dirigidos de Liga de Campeones el balance ha sido de 6 triunfos, 5 empates y 2 derrotas.