VALÈNCIA. La selección española masculina de waterpolo se proclamó este martes por primera vez en su historia campeona de Europa al derrotar en la final del Europeo a la anfitriona Croacia por 10-11, un éxito que además da el billete a los Juegos Olímpicos de París y labrado en un sensacional cuarto final.
En un partido de máxima tensión e igualdad, el romper la maldición continental para los españoles se resolvió en un sensacional cuarto final del equipo que dirige David Martín, liderado por su defensa y un Edu Lorrio que cerró su portería relevando en esos minutos decisivos a Unai Aguirre y con dos acciones geniales de Álvaro Granados.
Los croatas, que habían llegado a dominar al inicio del encuentro por tres goles, no pudieron reeditar su corona, que se la cedieron a un combinado español que resistió y peleó contra todo para cerrar un palmarés al que únicamente le faltaba este metal y que desde la llegada de Martín al cargo sumó su séptima medalla.
Bajo un gran ambiente, los dos finalistas auguraron una gran batalla como la de la primera fase que se decidió en los penaltis. Los dos ataques comenzaron atinados y España se llegó a poner por delante tras un tanto de Munarriz 2-3, pero ahí llegó el primer momento delicado del partido para los españoles.
La selección sufrió un atasco en ataque y se pasó casi cinco minutos sin ver portería. La anfitriona no desaprovechó ese favor y algún problema en el repliegue para amenazar con romper la final. La campeona de Europa se puso 6-3 para algarabía de la grada, pero ahí despertó su rival para volver a meterse en el choque y llegar con todas las opciones al descanso tras una buena doble parada de Aguirre y un gol de Bustos.
Tras el pequeño periodo de reflexión, el combinado nacional salió más intenso en defensa. Sanahuja logró igualar la final (7-7), pero España no consiguió aprovechar sus opciones para ponerse por delante y llevar el nerviosismo a su rival. Bijac creció en la portería balcánica y los goles de Zuvela y Fatovic acercaron a Croacia al oro a falta del cuarto final.
Pero en esos ocho minutos finales salió la mejor versión del equipo de David Martín. El técnico decidió un cambio de portero y metió a Edu Lorrio, y este respondió con mucha seguridad y no concedió ni un solo gol, mérito compartido por unos compañeros que no dieron respiro esta vez a los croatas.
Bijac intentó mantener con sus paradas a los suyos por delante, pero la selección española llegó inspirada a los minutos decisivos, sobre todo en la figura de Granados que, primero puso el 10-10 y, posteriormente, realizó un lanzamiento de genio para poner el 10-11. Quedaban 46 segundos y España, pese a una inferioridad, aguantó para alcanzar por fin la gloria europea.