Este Valencia CF también sabe sufrir

VALENCIA. El Valencia CF sufrió y venció ante el Athletic. Mucho ha cambiado la situación en menos de un año en Mestalla y el encuentro ante los bilbaínos es una muestra de ello. Marcelino ha dotado a su equipo de un espíritu competitivo que hace que los futbolistas sufran por cada balón lo que lleva a las victorias.

Y es que el duelo ante ‘los leones’, mucho más mansos que en otras ocasiones, se complicó en exceso. El Valencia CF empezó timorato el encuentro pero en un arreón hizo cuatro ocasiones claras de gol. Falló dos pero metió otras dos para poner tierra de por medio en un partido que parecía sentenciado en el minuto 33 de la primera mitad.

El mal momento que atraviesa el Athletic unido al empuje del Valencia CF hizo que el equipo diera un paso atrás y empezara a pensar que la victoria estaba ya en el zurrón. Pese a que Marcelino lo negó en sala de prensa, sí que dio la impresión por momentos en el partido donde sus jugadores se relajaron más de lo previsto lo que hizo que los visitantes dieran un paso al frente, sobre todo con la entrada de Aduriz.

El ex delantero valencianista le tiene tomada la medida a los ‘che’ y volvió a marcar un golazo, con la pasividad de Gayà ante él, para llevar los nervios a Mestalla. El estadio percibía que la chispa de sus jugadores había desaparecido y ni siquiera permanecía la fortaleza defensiva. Neto dejó en 330 minutos la imbatibilidad de Mestalla.

Pero Rodrigo volvió a golpear con un gran tanto, en colaboración con Kepa, para llevar la tranquilidad a la grada nuevamente. En esta ocasión si parecía definitivo. El Athletic había ‘remado’ para ponerse 2-1, había tenido una clarísima ocasión para empatar y en la siguiente jugada marcaba el Valencia CF tras un gran fallo defensivo propio.

Este hecho parecía que terminaría de hundir a los visitantes que se encontraron nuevamente con la pasividad defensiva para poner el 3-2 y llevar, esta vez sí, los nervios al estadio y también al banquillo. Terminó ‘mosqueado’ Marcelino el partido, consciente que pese a la victoria se había sufrido en exceso y, aunque no lo quiso reconocer para proteger a sus jugadores, el sufrimiento había sido por relajación propia y no por empuje del rival.

Aunque el partido deja claro que este Valencia CF ha cambiado y que ahora tiene esa pizca de suerte que le ha sido esquiva durante los últimos años y que puede decantar este tipo de encuentros. Se sufrió sí, pero se ganó, y eso es un avance muy grande. La sensación del aficionado al abandonar Mestalla es que este encuentro, en otra temporada, hubiera sido una derrota para el Valencia CF.

El Valencia CF no hizo su mejor partido, quizá fue el peor de todos los disputados hasta el momento, pero la victoria se quedó en Mestalla y es lo que importa. Desde las victoria se trabajan mejor los errores y el cuadro valencianista ya está tercero en la tabla. Marcelino insiste en que queda mucho, pero el Valencia CF ya lleva un buen camino andado.