El Valencia dominó a su rival pero no materializó sus ocasiones algo que si que hizo el Zenit con un gran Hulk. En la mejor competición de clubes, estan los mejores equipos y el Valencia lo comprobó
VALENCIA. Regresó la Champions a Mestalla y la grada pareció la de un partido de la Copa del Rey frente a un equipo de la segunda división B. Fue una lástima ver el aspecto del estadio, del mismo modo que fue una pena perder al menos un punto cuando el equipo había sido capaz de remontar un cero a dos del Zenit a falta de tan sólo unos quince minutos. En Champions cualquier punto es bueno y más en la primera jornada.
El Valencia exhibió buenos detalles en la primera parte pero volvió a evidenciar una preocupante fragilidad defensiva que le costó la primera derrota del grupo y la oportunidad de encarrilar la clasificación desde el primer día. Los primeros minutos fueron blanquinegro. Cancelo estampó en el palo un disparo desde la frontal y en la siguiente jugada no fue capaz de atar a Hulk que fusiló un zurdazo a la red de Jaume. Los rusos no habían aparecido por las inmediaciones del area valencianista pero la primera que tuvo el brasileño fue al cazo.
A partir de ahí el Valencia CF de Nuno fue un quiero y no puedo. Tuvo un dominio engañoso del partido. El Zenit le dejó el balón pero una y otra vez los valencianistas caían en la maraña que tejían los Witsel, Javi García o Danny. Negredo, sigue siendo titular pero sigue sin tocar balones donde es peligroso. Juega muy lejos del área y no se le pone ni un balón para el remate. Su principal virtud.
Piatti no pudo con su par y Feghouli estuvo algo menos acertado que los últimos partidos. Pero el argelino siempre te da cosas. La primera parte se consumía con un remate de cabeza del argentino que murió mansamente en las manos del guardameta ruso. Sin embargo, llegó otro mazazo. Un balón largo lo dejó de cara Dzyuba para Hulk y el brasileño la reventó a la red en un disparo que Jaume no pudo ver por una maraña de piernas que se lo impidió.
0-2 y descanso. Nuno reaccionó. Esta vez sí. Sacó del campo a Fuego y Piatti y metió en el césped a André y Alcácer. Cambió el sistema y se la jugó. El equipo fue valiente. Se fue a buscar al Zenit y en el minuto nueve un centro envenenado de Cancelo se coló en la portería rusa con ayuda de Lodygin. Mestalla rugió y el equipo creyó en la remontada.
André hizo que el equipo tuviera la profundidad que no había encontrado en la primera parte. Escorado hacia la izquierda encontró un puñal junto a Gayà y por allí ambos generaron la jugada del segundo gol. El portugués llegó a la línea de fondo, sentó a Smolnikov y con la derecha fusiló al segundo palo el tanto del empate. En ese momento y a falta de quince minutos todo hacía presagiar noche mágica y de Champions en Mestalla, pero sólo dos minutos después otro desajuste defensivo dejó a Witsel sólo en la frontal para cruzarla, con mucha calidad, al palo largo de Jaume y poner el 2-3 definitivo.
Ese gol hundió a los valencianistas. Siguieron intentándolo pero ya no hubo frescura ni ocasiones. Mustafi se fue arriba y lo intentó de delantero pero fue en vano. El equipo había hecho muchos esfuerzos en empatar y se habían tirado por la borda en solo 120 segundos. Mestalla vio como el equipo se apagó y como el escocés señalaba el final del partido. Lo único positivo del debut con derrota fue el empate en el otro partido del grupo. Ahora toca viajar a Lyon. Allí no se puede perder, si se quiere jugar la siguiente fase de la Champions. De momento, el inicio ha dejado al descubierto que al Valencia CF le faltan cosas y que en la máxima competición de clubes los errores se pagan con derrotas. Aquí hay mucha calidad pese a que el grupo a priori pueda parecer sencillo.