VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket recibirá este miércoles en la Fonteta en la jornada 22 de la fase regular de la Euroliga al Zalgiris Kaunas en busca de una victoria que le permita igualar el balance del equipo lituano para, posteriormente, adelantarle, y regresar al ‘top 8’.
El equipo valenciano afronta este choque con el sabor agridulce que le dejó la derrota en esta competición europea de la pasada jornada en la cancha del ASVEL Villeurbanne y la brillante victoria que firmó en la Liga Endesa ante el TD Systems Baskonia.
En ambos casos, el Valencia se midió a equipos muy físicos, que son los que más problemas le han causado esta temporada, y el triunfo ante el Baskonia demuestra que el equipo valenciano sí que puede ganar este tipo de encuentros aunque deba incrementar su agresividad en ambos lados de la pista.
Enfrente tendrán a un equipo que se ha conseguido estabilizar entre los ocho primeros (el gran objetivo del Valencia Basket para esta campaña porque le permitiría repetir en la siguiente edición) pese a una trayectoria muy irregular. Ganó sus cuatro primeros choques, después uno de los siguientes ocho y enlazó seis victorias más después.
En sus últimos tres choques ha sumado dos derrotas, ante el CSKA Moscú y el Zenit de San Petersbusrgo, y una derrota la sufrida por un ajustado 81-79 en la cancha del Olympiacos en la última jornada.
El escolta Marius Grigonis es la gran referencia anotadora del equipo lituano, mientras que el pívor francés Joffrey Lauvergne, exjugador del conjunto valenciano, es su gran referencia interior.
Para este choque, el técnico Jaume Ponsarnau perderá al escolta Joan Sastre, que se lesionó en el encuentro ante el Baskonia, y tiene la duda del ala-pívot Derrick Williams, que se perdió ese encuentro por molestias en la rodilla.
En cambio, en ese mismo partido regresaron Bojan Dubljevic, que estuvo dos semanas fuera del equipo tras anunciarse un caso de COVID 19, y Klemen Prepelic, que había padecido un virus. Además, en el encuentro en Francia, ya regresó Vanja Marinkovic tras dos meses y medio de baja por una grave lesión en el hombro. Si finalmente Williams está disponible, deberá hacer un descarte técnico.