VALENCIA. Este sábado en Mestalla pasaron tantas cosas y tan pocas a la vez en apenas 93 minutos que la única realidad es que el Valencia CF vive sumido ahora mismo en un clima de presión y de nervios que obliga al equipo a ganar cada partido que disputa desde casi antes del pitido inicial. Eso sí, lo cierto es que esa presión no es excusa para justificar partidos tan planos del equipo como el que jugó ante el Betis el conjunto que entrena Nuno.
Al técnico luso le cantó la gran mayoría del estadio el famoso "vete ya" que otros muchos han escuchado antes que él. Es evidente que hay muchos que le pasaj factura por lo ocurrido este verano con Salvo y Rufete, pero igual de evidente es que el equipo ha empezado la temporada sembrando muchas dudas de juego y también sobre lo planificado este verano y que ahora parece no ofrecer tantas alternativas sobre el césped. Sin embargo, todo ello no es argumento suficiente como para justificar una pitada tan monumental sobre el técnico cuando tan sólo van cuatro jornadas de Liga y el equipo pese a no dar lo esperado, tampoco ha perdido ningún partido, ni ningún tren.
Nuno cambió los laterales, Orban entró por Gayà y Barragán por Cancelo, metió al solicitadísimo André Gomes por Enzo, pese a que el luso no estaba todavía listo, y volvió a apostar por Rodrigo Moreno y Paco Alcácer en punta de ataque. Esos fueron las variaciones. Sólo el portugués estuvo afortunado hasta que se rompió.
El Valencia CF salió al campo sin mordiente, llegando tarde a casi todo y encontrándose un Betis que tuvo muy claro que el partido que quería y como lo quería desde el principio. Justo lo contrario que este Valencia CF, que hasta el momento no encuentra ni la manera, ni las formas de acercarse a un estilo de juego. Sólo funciona con los chispazos de Feghouli en la derecha, lo poco que ha podido aparecer André, que ahora volverá a tener que parar, y del recién aterrizado Bakkali. Que de repente se ha convertido en actor principal cuando todo estaba preparado para que no pasara de ser un mero actor de reparto.
En la primera parte los de Nuno sólo tuvieron una gran ocasión. Fue en los pies de Feghouli. El argelino se la guiso y a punto estuvo de comérsela. Pero Adán lo evitó. Fue la más clara, pero también la única ocasión del Valencia CF en 45 minutos. Excesivo poco bagaje para un equipo que aspira a tanto. Este Valencia CF es muy previsible. Muy plano. Balón a Parejo o André para que abran a la banda y el extremo de turno busque un centro. Ningún desborde por sorpresa. Ninguna figura que desequilibre, ningún pase que rompa una defensa. En definitiva, nada que rompa un partido y que en un presupuesto de 125 millones de plantilla debería existir. Es más, existir existen pero ahora mismo no aparecen.
A la segunda parte el equipo ya salió presionado sabiendo que necesitaba ganar para borrar la derrota ante el Zenit en la Champions y porque la grada ya le enseño los dientes al descanso, avisándole de que no le gustaba lo que veía. Esa necesidad de victoria tuvo una gran ayuda con la expulsión de Ceballos en el minuto dos de la segunda parte por una acción de Bakkali. El belga fue el mejor en el segundo acto. Todo se le quedó de cara a los de Nuno. 43 minutos por delante y necesitaba un gol. Pero no llegó.
La salida de André dejó a Parejo como único creador, pero el madrileño no atraviesa su mejor momento. Ha empezado el curso sin chispa y sin gol. Un factor que le salvó muchos defectos la pasada campaña. El juego fue ramplón y previsible a más no poder. El Betis de Mel se encerró en dos líneas delante de su área y no sufrió en ningún momento. Estando ordenado le bastó para frenar los empujones de Bakkali y de Feghouli. Un remate de Mina que se fue a corner y el posterior cabezazo de Abdennour fueron lo más peligroso sobre la meta bética. Quedaban muy pocos minutos y ya se había escuchado timidamente quejas contra el entrenador. Sin embargo, a falta de unos segundos la pitada fue de una gran mayoría del estadio. Se sumó un punto pero lo peor no fue perder dos más. Lo peor de este Valencia CF es el clima autodestructivo en el que ha entrado este club y su entorno en las últimas semanas