Exceso de nervios

VALÈNCIA. El Valencia perdió en Getafe.Un rival de tu Liga que ya te ha superado en la clasificación. La racha del equipo no es la idónea: desde hace más de un mes que no se logra la victoria. El último triunfo fue en Mestalla contra el Granada, por la mínima. Desde esa fecha, solo nos hemos llevado a la boca un empate. Fue ante el Celta, también en Mestalla. En los últimos cinco partidos, además, nos ha goleado el Madrid y hemos perdido contra el Girona. Sin embargo, lo peor del encuentro en Getafe no fue la derrota. Para mí, lo más preocupante fue el estado de nervios que transmite el colectivo. La excitación de algunos futbolistas en el campo, así como la de Baraja en la sala de prensa, fue tan excesiva como sintomática. 

Es cierto que la desafortunada actuación del colegiado Cuadra Fernández no ayudó. Más bien al contrario. El árbitro disparó primero y preguntó después. Pero más cierto es todavía que los jugadores del Valencia ya estaban advertidos de la clase de partido que se iban a encontrar en Getafe. Además, lo saben por propia experiencia. El Coliseo es un campo minado. Y el rival afronta cada encuentro con el cuchillo entre los dientes. Por eso, y pese a las decisiones arbitrales, se debía haber afrontado el choque con otro talante. Con mucha cabeza. Sobre todo en futbolistas como Gabriel Paulista, que ya lleva camino recorrido y el brazalete de capitán en el brazo. 

Pero como digo, veo a un Valencia mucho más nervioso de lo que toca. Si la preocupación es por la mala racha de resultados, éste es el momento en el que el vestuario no se puede descomponer. Porque el drama sería inevitable. Hay que pensar que si el objetivo del club es eludir el descenso, todavía no se está con el agua al cuello. La plantilla debe ser prudente. Desterrar la angustia. Afrontar los próximos encuentros con un pensamiento positivo. Algunos periodistas ya ven al Valencia en Segunda. Pero hay diez equipos por detrás y un colchón de diez puntos. Tranquilidad. El equipo tiene margen de confianza para recuperar la mejor versión de la temporada.

Ahora bien, para que todo esto suceda no se deben ir perdiendo efectivos por el camino. Ni Paulista ni Javi Guerra pueden dejar a un Valencia ya debilitado de por si, con nueve futbolistas en el campo. Lo de Paulista es incomprensible. De cuando en cuando se le va la pinza. No es la primera vez que sucede. Ya es reiterativo. Si ese acelerado futbolista es el capitán del equipo...vaya ejemplo. Lo de Javi Guerra es harina de otro costal. En los últimos partidos ha bajado sus prestaciones y juega revolucionado. Primero la tuvo con Fran Pérez y luego con el árbitro. Creo que alguien del club debería hablar con él para que se centre y tenga los pies en el suelo. Porque su concurso es vital de cara a la segunda vuelta de la Liga. Al final del todo, y por extraño que parezca, tras el partido ante el Getafe la coherencia la puso Diakhaby: "En Mestalla todo se puede", dijo. Pues eso.