VALÈNCIA. El torneo más prestigioso de Suramérica a nivel de clubes y uno de los más importantes del fútbol mundial, la Copa Libertadores, se decide el próximo sábado en el legendario y mítico Estadio Centenario de Montevideo (Uruguay): un escenario de culto en el fútbol suramericano construido especialmente para la organización del Mundial de 1930.
Por segundo año consecutivo, el fútbol brasileño demuestra su hegemonía: se enfrentan Flamengo y Palmeiras, los dos últimos campeones, en lo que es la segunda final consecutiva entre dos equipos brasileños. El pasado enero, en Maracaná, el Verdao del joven técnico portugués Abel Ferreira se impuso al Santos de Cuca para conquistar el segundo entorchado de su historia. Sin embargo, poco más de un año antes y curiosamente con otro luso en el banquillo, el Mengao se había coronado en el Monumental de Lima (Perú) frente a River Plate en un encuentro en el que Jorge Jesus (actual técnico del Benfica) formó de inicio con el almusafense Pablo Marí (Arsenal) en el eje de la defensa.
Los actuales finalistas han visto cómo el Atlético Mineiro del exvalencianista Eduardo Vargas ha dominado el Brasileirao con puño de hierro para, a falta de 5 jornadas, tener prácticamente atado un título que los de Belo Horizonte no ganan desde 1971. Por ello, la cita del próximo sábado en Montevideo toma otra dimensión para dos clubes que se han erigido como los grandes dominadores del fútbol brasileño en los últimos años pero que, salvo sorpresa, hincarán la rodilla en competición doméstica ante la regularidad exhibida por los Gallos.
Si ya de por sí una final de Libertadores es algo especial, más aún lo será para el veterano guardameta del Flamengo y ex del Valencia: un Diego Alves que, a sus 36 años, tiene una oportunidad única de volver a levantar un título que ya conquistó hace dos años también en las filas cariocas. Será un arma más, especialmente en un hipotético desenlace desde los 11 metros, para el conjunto dirigido por un mito de Gremio de Portoalegre como Renato Gaúcho, que fue campeón de la competición en 1983 como jugador y en 2017 como entrenador, siempre en las filas de la Inmortal Tricolor.
“La Libertadores despierta un sentimiento especial”
Diego Alves
Nacido en Río de Janeiro, Diego Alves se formó como futbolista en la cantera del Atlético Mineiro. Tras alcanzar el primer equipo, donde compartió vestuario con el exdelantero nacionalizado e internacional español Catanha, compitió dos años defendiendo la portería de los Gallos. Su juventud y su buen hacer no pasaron desapercibidos para un recién ascendido de La Liga: el Almería abonó en verano de 2007 una suma aproximada de 2,5 millones de euros por uno de los guardametas más prometedores del fútbol suramericano.
Al principio de su etapa en España, Diego Alves no era el guardameta titular de su equipo. Sin embargo, supo aprovechar sus oportunidades cuando el portero titular, David Cobeño (actual director deportivo del sorprendente Rayo Vallecano, próximo rival del Valencia en liga), sufrió una lesión y una sanción que le privó de defender la portería unos pocos partidos. El brasileño no perdonó y se hizo definitivamente la titularidad de la mano de Unai Emery, que ya había conducido al equipo a Primera División el curso anterior.
Cuatro campañas en la portería del Almería contemplaron el inicio de la leyenda del parapenaltis Diego Alves con un total de 10 lanzamientos detenidos. Cristiano Ronaldo (Manchester United), Fran Yeste (retirado) o Frédéric Kanouté (retirado), entre muchos otros, cayeron en la trampa del meta brasileño.
"Nunca tuve una obsesión con los penaltis, simplemente se dio de forma natural”
Diego Alves
A pesar de su gran rendimiento durante la temporada 2010/2011, el Almería terminó la competición liguera en descenso y Diego Alves firmó por el Valencia a cambio de 3 millones de euros. Buscaba el conjunto che al sustituto de César, que aquel verano abandonaba Valencia rumbo a Villarreal, y lo encontró en un portero que ya sonaba para equipos importantes.
En Mestalla, el brasileño se reencontraría con Unai Emery, que tuvo que gestionar la competencia que se generó entre el actual guardameta del Flamengo y el canterano Vicente Guaita (Crystal Palace). Fueron años en los que la portería del Valencia dio un gran salto de nivel y se convirtió en una de las más fiables del fútbol español: si bien la alternancia bajo palos fue una constante durante mucho tiempo por problemas físicos esporádicos y por el gran nivel mostrado por ambos porteros, Diego Alves fue ganando terreno y se consolidó no solo como el dueño y señor del marco valencianista, sino también como uno de los capitanes y pesos pesados del vestuario durante su última etapa como valencianista.
“Un portero tiene que estar preparado para cualquier tipo de situación”
Diego Alves
Por condiciones, Diego Alves es para muchos el guardameta mejor dotado que ha defendido la portería valencianista en los últimos años. Fue decisivo en muchas fases de su trayectoria como blanquinegro, sobre todo por su reconocida habilidad para detener lanzamientos de penalti: una vertiente del juego en la que siempre mantuvo un porcentaje de acierto próximo al 50 %, unos números que lo consagraron como un auténtico especialista.
“Detuve penaltis a Cristiano Ronaldo, Messi y Griezmann”
Diego Alves
Su carácter y su condición de vaca sagrada en el vestuario fueron identificados por el proyecto de Mateu Alemany y Marcelino García Toral como elemento de distracción. En una política clara de limpieza de la plantilla y con la premisa de eliminar cualquier elemento tóxico del nuevo Valencia CF, el club se quitó de encima el problema “regalando” al meta al Flamengo y a Enzo Pérez a River Plate. Curiosamente, ambos jugadores se volvieron a ver las caras precisamente en una final de Copa Libertadores: la de Lima de 2019, en la que ambos fueron titulares.
"Considero la final de 2019 uno de los momentos más importantes de mi carrera”
Diego Alves
De vuelta a su país y tras 10 años al máximo nivel en el fútbol español, el exvalencianista ha tocado la gloria: 2 títulos de liga, 2 Supercopas de Brasil, una Recopa Sudamericana y, de momento y a la espera del próximo sábado, una Copa Libertadores. Y eso que su regreso no fue nada fácil: al año de recalar en el Mengao, protagonizó un enfrentamiento abierto con su entrenador en aquel momento, Dorival Júnior, por el que el club tomó medidas sancionando al jugador por indisciplina.
Sin embargo, los constantes relevos en el banquillo y el crecimiento del Flamengo durante estos últimos 2-3 años han beneficiado a un Diego Alves que, poco a poco y al igual que hiciese en Valencia, se ha ganado la condición de intocable para un vestuario cargado de jugadores importantes como el exjugador de Deportivo de la Coruña y Atlético de Madrid Filipe Luís, el internacional uruguayo Giorgian de Arrascaeta, David Luiz, el exvalencianista cedido por el Manchester United Andreas Pereira, el goleador Gabriel “Gabigol” Barbosa, el chileno Mauricio Isla o el gran capitán y veterano Diego Ribas da Cunha, exjugador de Atlético de Madrid, Werder Bremen, Juventus u Oporto entre otros.
A sus 36 años y tras dejar huella en Mestalla, Diego Alves tiene el próximo sábado una nueva oportunidad para engordar un palmarés increíble desde que se marchara de Valencia por la puerta de atrás y regresara a su tierra. La leyenda del parapenaltis sigue muy viva y quién sabe si no se cobrará una nueva víctima el próximo sábado en la gran final de la Copa Libertadores: el partido del año en el fútbol suramericano.
"Solo falta conseguir el título para llegar a la eternidad”
Diego Alves