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Exvalencianistas por el mundo: Ludovic Butelle

8/09/2021 - 

VALÈNCIA. El reto era mayúsculo: aterrizar en un equipo que había tocado la gloria y heredar una de las porterías más consagradas del fútbol europeo. En verano de 2004, llegó de Francia Ludovic Butelle (Reims, 1983): uno de los guardametas más prometedores del panorama europeo en aquel entonces (titular sub-21 en la generación de Patrice Evra, Jérémy Toulalan o Florent Sinama-Pongolle, entre otros), llamado a dar continuidad a una época dorada en la portería del Valencia CF gracias a dos mitos como Santi Cañizares y Andrés Palop. Hoy, a sus 38 años, aquel risueño francés que tuvo que vérselas con el lado más oscuro del fútbol afronta el ocaso de su carrera en la tercera categoría del fútbol galo. Eso sí, lo hace con la seguridad que da el trabajo bien hecho y la misma ilusión que trajo en la maleta cuando aterrizó en la capital del Turia con tan solo 21 años.

El camino no fue sencillo. Butelle protagonizó, con tan solo 20 años, una gran temporada en la liga francesa la temporada 2003/2004. Era su primer año en Ligue 1, donde se hizo un nombre defendiendo la portería del Metz, el club donde se formó. Su juventud y proyección no pasaron desapercibidas y apareció el Valencia, aquel Valencia campeón de Liga y UEFA cuyo proyecto parecía amenazar la supremacía de las viejas glorias europeas. El joven guardameta no lo pensó dos veces.

“El Valencia me dio la oportunidad de jugar al máximo nivel y quise aprovecharla”

Ludovic Butelle para L’Equipe

Sin embargo, nada salió según lo previsto. En el partido de presentación frente al Parma en Mestalla, un choque con Sorrentino, delantero del Parma, mandó al francés directamente al quirófano para ser operado de urgencia y extirparle el bazo. Pasó varios días en la UCI temiendo por su carrera deportiva e incluso por su vida.

“Cuando se está tan cerca de la muerte, y uno no sabe si podrá volver a jugar al fútbol, todo se pone en perspectiva”

A partir de aquel momento, todo se torció. Salió cedido en enero rumbo al Hércules, club con el que consiguió el ascenso a 2ª división. Después vinieron dos temporadas a la sombra de un ya veterano, pero en forma, Santi Cañizares, una cesión al Valladolid la temporada 2007/2008 y otra al Lille la siguiente campaña, ambas con más pena que gloria. A pesar de ello, el club del norte de Francia decidió darle continuidad y quedárselo en propiedad. Así, Butelle volvía definitivamente a su país el verano de 2009.

“Era joven, me costaba aceptar las críticas…Para un portero, la fuerza mental es fundamental”

Con 27 años y cansado de no tener oportunidades para demostrar su nivel en la élite, el espigado portero decidió en 2010 dar un paso atrás y fichar por un club de Ligue 2: el Nîmes Olympique. En la segunda categoría del fútbol francés, Butelle se reencontró consigo mismo y con su mejor nivel: una temporada en Nimes, tres en Arles y la 2014/2015 del ascenso con el Angers descubrieron un guardameta mentalmente maduro, rapidísimo bajo palos y muy seguro y regular, listo para desafiar de nuevo el máximo nivel.

“Dejé de lado mi orgullo, asumí mis responsabilidades aceptando bajar a la Ligue 2 en el Nîmes y trabajé todavía más duro”.

De vuelta en Ligue 1 con el Angers, Francia se rindió ante el mejor Ludovic Butelle. El equipo empezó tremendamente sólido aquella campaña, encajando muy pocos goles y asomándose a los puestos de privilegio de la clasificación. El exvalencianista empezó a sonar para cotas mayores, incluso había quien reclamaba su presencia en un potentísimo combinado bleu que ya dirigía otro exvalencianista, Didier Deschamps, y que preparaba su presencia en la Euro 2016 y el Mundial 2018 (finalista y campeón, respectivamente).

Fruto de aquella irrupción y tras solo 5 meses del regreso a Ligue 1, se presentó en enero uno de los gallos de la liga belga, el Brujas, dispuesto a reforzar su portería con uno de los nombres de moda del fútbol francés. A la postre, no solo lo consiguió, sino que encontró en Butelle a su guardameta titular durante temporada y media en la cual alzó el título de liga tras 11 años, conquistó la Supercopa belga frente al Standard de Lieja e incluso disputó la fase de grupos de la Champions League 2016/2017.

A poco de cumplir los 35 años y tras su gran experiencia en Bélgica, el de Reims regresó a la ciudad donde renació y donde exhibió su mejor nivel: Angers. La estabilidad y la regularidad exhibidas en Ligue 1 por el conjunto hoy dirigido por Gérald Baticle tienen mucho que ver con el compromiso y el buen hacer de Butelle bajo los palos durante las últimas campañas. El exvalencianista, que divisa ya el final de su carrera tras ingresar este verano en las filas del histórico Red Star (miembro fundador de la Ligue 1 y campeón de la Copa de Francia hasta en 5 ocasiones), mira hoy con orgullo una clasificación de la Ligue 1 en la que, tras cuatro jornadas, el Angers marcha segundo a dos puntos del todopoderoso PSG. Es el legado de un futbolista que cayó y supo levantarse: le dieron por muerto y renació pasando de disputar la Ligue 2 a defender una portería de Champions League.

Aquel joven guardameta, 17 años después, echa ahora la vista atrás y se siente orgulloso. No le faltan motivos.

“Gané mi apuesta”

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