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fútbol internacional / OPINIÓN

Exvalencianistas por el mundo: Michy Batshuayi

10/11/2021 - 

VALÈNCIA. Decía el gran Luis Aragonés que en el fútbol dos y dos no siempre son cuatro. El fútbol no entiende demasiado de lógica ni razón. En ocasiones, cuanto más sólido es el bloque de un equipo, cuanto más trabajado está y cuanto mejor marchen las cosas en el césped, más difícil resulta incorporar una nueva pieza en el engranaje.

Es cierto. Sí. También ocurre muy a menudo a la inversa, pero ni tan siquiera los clubes con un departamento de scouting y una estructura deportiva depurada y consolidada pueden eliminar el riesgo de fracaso de una incorporación. ¿Factores? Muchísimos. Según Víctor Orta, director deportivo español del Leeds United, muchas veces se trata de una cuestión muy simple: si la pelota entra o no entra.

No fue el caso de Michy Batshuayi en Valencia. Cedido por el Chelsea entre agosto de 2018 y enero de 2019, el belga nunca consiguió responder a las expectativas y ni siquiera entró en la dinámica de un equipo a partir del cual Mateu Alemany y Marcelino García Toral habían construido un bloque y una filosofía: un proyecto muy joven pero hasta el momento muy exitoso.

Un estado de forma pésimo a su llegada, problemas con la comunicación y el idioma, la ansiedad por marcar y la escasa eficacia en el cumplimiento de las directrices del técnico (presión, coberturas, movimiento de espaldas a portería, apoyo en salida de balón, fijación de los centrales o generación de segundas jugadas tras balón largo…), fueron determinantes para la salida de Batshuayi en enero, apenas 5 meses después de firmar.

“Llegó fuera de forma. Bastante fuera de forma”

Marcelino García Toral para Levante-EMV

Sus padres, ambos congoleños, emigraron a Bélgica a principios de los 90. Michy nació en 1993 y aprendió a jugar a fútbol en las calles de Bruselas, concretamente en Berchem-Sainte-Agathe: un municipio de la Région de Bruxelles-Capital que vio nacer a su actual compañero de selección Alexis Saelemaekers (Milán), al joven extremo de origen burundés Largie Ramazani (Almería) e inclusoal mítico para los amantes del cine Jean-Claude Van Damme.

Militó en los modestos Evere (2003–2004) y Schaarbeek (2004–2005) de la capital hasta recalar en el FC Brussels (2005 y 2007) y en el Anderlecht (2006). Su carácter rebelde e indisciplinado siempre le trajo problemas (fue expulsado de la cantera del Anderlecht por mal comportamiento), pero sus enormes condiciones nunca pasaron desapercibidas para los técnicos, especialmente para Dominique D'Onofrio: un exjugador con una dilatada carrera como entrenador en Bélgica que por aquel entonces era el responsable de la cantera del eterno rival del Anderlecht: el Standard de Lieja.

Ingresó en 2010 en las categorías inferiores del Standard dispuesto a mostrar su velocidad y su olfato goleador. Su rendimiento dinamitó un ascenso meteórico hasta alcanzar el primer equipo, con el que debutó teniendo tan solo 17 años. Tras anotar 23 tantos durante el curso 2013/2014, el Olympique de Marsella de Marcelo Bielsa apostó por el prometedor punta de 20 años abonando al Standard una cantidad cercana a los 6 millones de euros.

Si bien su primera temporada con Bielsa fue de adaptación a una gran liga, cuando de verdad explotó fue en la 2015/2016: 23 dianas y 10 pases de gol bajo las órdenes de Míchel (destituido hace un mes como técnico del Getafe) le abrieron las puertas de un grande de Europa como el Chelsea de Antonio Conte (nombrado la semana pasada nuevo técnico del Tottenham), club que abonó 39 millones de euros por uno de los delanteros más prometedores de Europa y del que aún es propietario actualmente.

“Me sorprendió positivamente mi integración en Marsella”

Lo cierto es que Batshuayi, a pesar de haberlo intentado en repetidas ocasiones, nunca ha encontrado hasta el momento su lugar en Stanford Bridge. Un año y medio con pocos minutos y escaso protagonismo con el italiano en el banquillo (aunque con el título de Premier League 2016/2017 en el bolsillo) y de nuevo maletas: esta vez esperaba el Borussia de Dortmund, donde terminó completando una gran media temporada con 9 goles en 14 partidos.

A su vuelta a Londres, y tras comprobar que Maurizio Sarri (actual técnico del Lazio) tampoco contaba con él, apareció el interés de otro equipo Champions League: el Valencia.

“Marcelino me convenció para fichar por el Valencia”

No supo adaptarse a la filosofía que llevaría al equipo a levantar título de Copa del Rey y obtener una nueva clasificación para la Champions League en la temporada de su centenario. Se marchó en enero por la puerta de atrás y recaló en el Crystal Palace del veteranísimo Roy Hodgson, donde en media temporada sumó 5 goles en 11 partidos. Sus números le valieron la prolongación de la cesión durante la temporada siguiente, pero la competencia con Jordan Ayew, Christian Benteke y, sobre todo, el marfileño Wilfried Zaha apenas dieron margen al exvalencianista.

No hay que ser un erudito para deducir que el Chelsea, actual campeón de Europa, espera revalorizar al jugador a base de cesiones, siempre con las vistas puestas en una futura venta. Con el nivel de la actual delantera blue (Romelu Lukaku, Timo Werner, Kai Havertz, Christian Pulisic o Hakim Ziyech), resulta francamente imposible que Batshuayi pueda tener oportunidades a corto plazo a las órdenes de Tuchel, y su valor de mercado ahora mismo está muy por debajo de lo que espera sacar el club de Abramovich.

A pesar de disputar una liga inferior, la presencia del Besiktas en la actual edición de la Liga de Campeones terminó por decidir al Chelsea. Podría ser un buen escaparate para un delantero con un físico privilegiado, habitual desde hace años con su selección, incluyendo las últimas dos Eurocopas y el último Mundial (22 goles en 39 participaciones en total) y que puede encontrar su momento de madurez cuando ya divisa la treintena.

“Estoy muy feliz. El ambiente aquí es muy bueno, muy familiar”

En esta nueva etapa de su carrera, Batshuayi es titular tanto en liga como en competición europea. Sus números: 4 tantos y 1 asistencia en 12 partidos. Se perdió por lesión el último compromiso de liga y de Champions League, donde el equipo ya está eliminado salvo milagro de dimensiones sobrenaturales en un grupo donde se bate con Ajax (atención al nivel esta temporada del conjunto de Ten Hag), Borussia de Dortmund y Sporting de Portugal. En liga tampoco marchan las cosas mucho mejor para las Águilas Negras: el Trabzospor, que es líder, mete ya 10 puntos a los de Sergen Yalçin, que son sextos, los mismos al Fenerbahçe (7º) y 9 al Galatasaray (4º).

Como curiosidad, el exvalencianista comparte vestuario en el lado europeo del Bósforo con otro viejo conocido de Mestalla: el veterano mediocentro de 35 años Mehmet Topal, además de jugadores como el ex de Juventus y Barcelona Miralem Pjanic, el lateral derecho francés internacional sub-21 Valentin Rosier, el extremo canadiense Cyle Larin o el internacional argelino Rachid Ghezzal.

“He jugado en grandes equipos a lo largo de mi carrera. El Besiktas es uno de ellos”

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