Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. A falta de tan solo siete jornadas por disputarse, la Premier League afronta un final apasionante del que hacía años que no podía presumir. El vigente campeón, el Manchester City de Pep Guardiola, se las está deseando con el renacer del Liverpool, líder, y del Arsenal, segundo. Jürgen Klopp y Mikel Arteta han diseñado dos rodillos que están haciendo vibrar no solo al fútbol inglés, sino a todo el continente. Sin embargo, el City no lo va a poner nada fácil, y busca aprovechar cualquier resbalón ajeno para cubrir la ligera pero quizá decisiva desventaja respecto a los Reds y los Gunners, que manejan una renta de tres y un punto respectivamente sobre los Citizens.
Con la incógnita de si el quinto clasificado irá a Champions League o no (todo apunta a que será la Serie A la que se haga con el cupo extra), Unai Emery busca poner la guinda al temporadón de su Aston Villa defendiendo hasta el final la cuarta posición en la que ahora se sitúa. Su amenaza es una sola pero de gran calibre: el Tottenham que dirige el griego Ange Postecoglou. Los goleadores Ollie Watkins (Aston Villa) y Heung-min Son (Tottenham), con 16 y 15 tantos en Premier respectivamente, quieren prender su dinamita en la máxima competición europea el próximo curso.
Por abajo no se atisba un panorama mucho más nítido. Luton Town, Burnley y Sheffield United —precisamente los equipos que ascendieron la pasada temporada— ocupan plazas de descenso, pero Nottingham Forest, Brentford y Everton no pueden dormir tranquilos. Los infartos y los transistores volverán a ser protagonistas en los castizos estadios británicos mezclados con esa salsa picante que cada año condimenta las rectas finales de este espectacular campeonato.
En mitad de tabla se han venido a juntar los habituales en esas latitudes, como Wolverhampton Wanderers y Fulham, los que han bajado el nivel respecto a la temporada pasada como el Newcastle —que está pagando el esfuerzo de jugar la fase de grupos de la Liga de Campeones—, el Chelsea de Pochettino, el vibrante Brighton de Roberto De Zerbi —uno de los mejores entrenadores de Europa—, y una de las grandes revelaciones de la temporada en Inglaterra: el Bournemouth de Andoni Iraola.
“Terminaba contrato y quisimos actuar rápido. ¡Le querían equipos de todo el continente! Su estilo de juego fue un factor determinante para tomar esta decisión”
Bill Foley, presidente del Bournemouth
El pasado curso, el conjunto de la costa sur de Inglaterra ya pulverizó los pronósticos salvándose en las últimas jornadas con Gary O’Neil (ahora en el banquillo del Wolverhampton Wanderers) a los mandos. La buena gestión por parte del técnico inglés no pasó desapercibida para un club mucho más asentado en la Premier como los Wolves, que ahora marchan, lo que es la vida, muy cerca de los Cherries en la clasificación. La culpa la tiene mayormente Iraola, pero también un grupo de futbolistas que, a pesar de las dudas a principio de temporada —no ganaron hasta la jornada 10—, han sabido interpretar casi a la perfección una verdadera revolución en el estilo y la filosofía de juego:
"Con O'Neil, el Bournemouth utilizó un estilo con una defensa atrasada que estaba destinado a absorber la presión y castigar a los oponentes al contraataque. Los principios de Iraola son presionar alto y fuerte y moverse en líneas verticales. Sus equipos corren hacia adelante. Dicho de otra manera: O'Neil es pragmático e Iraola un idealista"
Alex Keble, analista de la Premier League
Más allá del goleador Dominic Solanke y sus socios de buen pie en tres cuartos de campo —Ryan Christie, Philip Billing, Marcus Tavernier, el colombiano Luis Sinisterra o el exvalencianista Justin Kluivert entre otros— el líder en el vestuario es otro viejo conocido de la afición de Mestalla. Bajo palos, siempre alejado de los focos y con un papel crucial tanto la pasada temporada como a día de hoy, Norberto Murara Neto (Araxá, 1989) es uno de los pesos pesados del vestuario del Vitality Stadium, un recinto de más de 110 años de historia.
Salido del Athletico Paranaense brasileño, el guardameta vivió en Italia su primera experiencia en Europa. Cuatro temporadas y media en la Fiorentina, las dos últimas como titular, precedieron su llegada a la Juventus de Turín para ejercer el rol de suplente de Gianluigi Buffon (actualmente en el organigrama de la Federación Italiana de Fútbol). En verano de 2017, tras la marcha de Diego Alves (sin equipo desde hace un año), el Valencia buscaba un guardameta referencia y a buen precio, apostando por Neto Murara a cambio de 7 millones de euros.
En las dos temporadas que defendió el arco valencianista, el brasileño disputó un total de 80 encuentros, siendo siempre titular en liga y en competición europea. La operación que lo llevó al Barcelona desencadenó la llegada de Jasper Cillessen (NEC Nijmegen) a Mestalla. En Can Barça, Neto asumió de nuevo un rol de suplente de uno de los mejores guardametas del mundo, uno que todavía defiende la portería culé: Ter Stegen. Después de tres años con apenas protagonismo, el club decidió rescindir su contrato para aligerar una masa salarial que estaba ahogando las ya perjudicadas arcas blaugranas. De todas las ofertas que se pusieron sobre la mesa, la del Bournemouth inglés fue la que más satisfizo al exvalencianista: un equipo Premier League que le ofrecía un buen salario a la vez que un rol de guardameta titular a largo plazo.
No se puede decir que la apuesta saliese mal. A sus 34 años, no solo es indiscutible bajo los palos de una de las revelaciones de la Premier, sino que se ha convertido en el líder y capitán de un vestuario que, de la mano de Andoni Iraola, está llevando a la turística ciudad del sur de Inglaterra a otra dimensión.
“Fui muy feliz en Valencia”
Neto Murara, jugador del Bournemouth