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VALÈNCIA. El técnico español más caro de la historia. El pasado mes de noviembre, un histórico de la Premier League y el fútbol inglés como el Aston Villa abonó una cifra de récord, los seis millones de euros de cláusula, para que Unai Emery Etxegoien (Fuenterrabía, 1971) dejara Villarreal y pusiese rumbo a Birmingham. El vasco firmó por cuatro temporadas a razón de siete millones de euros por cada una de ellas en el que constituye uno de los retos más importantes de su carrera.
“Quiero alcanzar nuevos retos constantemente”
Nunca destacó en la élite durante su etapa como futbolista. Formado en la cantera de la Real Sociedad, llegó a debutar en el primer equipo y defendió también la elástica de Toledo, Racing de Ferrol, Leganés y Lorca, donde se retiró en 2004. Su inteligencia táctica e interpretación del juego desde la posición de interior izquierdo convencieron al club murciano para ofrecerle un lugar en su banquillo. Como técnico, el vasco ha destapado todo el talento que quizá no tenía como futbolista y está completando una trayectoria muy importante a nivel de clubes a sus todavía 51 años.
La explosión del vasco en los banquillos ocurrió pronto. Ya en Lorca consiguió ascender a Segunda División y rozó incluso el ascenso a Primera la siguiente temporada. En verano de 2006, la ambición del empresario hortofrutícola Alfonso García Gabarrón llevó a apostar por Unai Emery para dirigir a la UD Almería. No se equivocó el actual dueño del Águilas FC: recordadísimo ascenso en la primera temporada del vasco y un histórico octavo puesto en Primera División el siguiente curso, el 2007/08. De la mano del técnico saltaron a la palestra nombres como Álvaro Negredo (Cádiz), Albert Crusat (retirado), Kalu Uche (sin equipo), Diego Alves (Flamengo), Bruno Saltor (segundo entrenador del Chelsea), Felipe Melo (Fluminense), Miguel Ángel Corona (director técnico del Valencia) o Domingo Cisma (segundo entrenador del Cartagena).
Verano de 2008. El Valencia venía de una temporada muy convulsa en lo deportivo y lo social. Varios terremotos en los despachos y el banquillo desencadenaron la llegada de Fernando Gómez Colomer (actual director deportivo del Castellón) a la dirección deportiva y Juan Sánchez a la secretaría técnica. Este último puso sobre la mesa, tras la ruptura de las negociaciones con Marcelino García Toral, el nombre de Unai Emery. A pesar de la tempranera salida del Romario de Aldaia del organigrama valencianista, el vasco aterriza en el banquillo de Mestalla el 1 de julio de 2007.
"En Valencia perdía las eliminatorias porque el objetivo era ser tercero y entrar en Champions"
Unai Emery para As
Como técnico del Valencia acumuló un total de 220 encuentros, en los cuales cosechó 107 victorias, 58 empates y 55 derrotas. El equipo rindió a buen nivel con figuras como David Villa (dueño del Queensboro) o David Silva (Real Sociedad) y la regularidad le permitía acabar tercero en liga; sin embargo, la afición siempre esperó mucho más en eliminatorias y duelos directos con los grandes. Su etapa en Mestalla terminó en verano de 2012, cuando las relaciones y el triángulo formado por directiva, entrenador y afición ya mostraba claros síntomas de un importante desgaste.
Sin embargo, al de Hondarribia no le faltaron novias cuando su salida del club era un secreto a voces. Firmó ese verano por el Spartak de Moscú, donde apenas estuvo cuatro meses. Una nueva oportunidad le llegaría en enero de 2013, cuando el Sevilla llamó a su puerta y le dio las llaves del banquillo durante tres años y medio. En Nervión amarró tres títulos de Europa League de manera consecutiva derrotando a Benfica en 2014, Dnipro ucraniano en 2015 y Liverpool en 2016.
Con el cartel que otorga esa hazaña aterrizó en un grande de Europa, un PSG cuyo gran objetivo estaba (y sigue estando) en levantar de una vez por todas la ansiada Champions League. La supremacía del club parisino en Francia era total, y con Emery en el banquillo se conquistaron todos los títulos nacionales posibles en las dos campañas en que el vasco dirigió al equipo, con la excepción de la Ligue 1 2016/17, cuando se vio sorprendido por el Mónaco de Leonardo Jardim (actual técnico del Shabab Al-Ahli de los Emiratos Árabes Unidos). Aquel Mónaco contaba con un tal Kylian Mbappé (PSG), que acompañaba a Bernardo Silva (Manchester City), Radamel Falcao (Rayo Vallecano), Thomas Lemar (Atlético de Madrid), Allan Saint-Maximin (Newcastle), Fabinho (Liverpool) y muchos otros en un equipo de ensueño.
No obstante, más allá de aquella liga que asaltó el Mónaco, fueron los fracasos europeos, y sobre todo aquella histórica remontada del Barcelona en el Camp Nou después del 4-0 del Parque de los Príncipes (6-1) en octavos de final de la Liga de Campeones, los que terminaron por reventar el futuro de Emery en el club parisino.
“El 6-1 en el Camp Nou fue mi peor momento como entrenador”
Unai Emery
Otro grande, pero en horas bajas, iba a ser el siguiente destino. La sombra de Arsène Wenger (actual director de desarrollo de la FIFA) y sus 22 años al frente del Arsenal inglés era larga, por lo que el reto del exvalencianista era mayúsculo cuando cogió las riendas gunner. En la primera temporada los resultados y el rendimiento fueron óptimos pero insuficientes para devolver al club a la Champions League. Los londinenses disputaron aquel año la final de la Europa League, pero sucumbieron ante el Chelsea de Maurizio Sarri (actual técnico del Lazio). La temporada siguiente, una horrible racha inicial de resultados llevó a la directiva a tomar la decisión de destituir al técnico vasco. Su sucesor sigue a día de hoy en el cargo y comanda al Arsenal como líder en solitario de la Premier League. No es otro que Mikel Arteta, un hombre de lleva camino de hacer historia para el club gunner no solo por sus resultados, sino también por mantener una filosofía de fútbol que encaja como anillo al dedo con el ADN Arsenal.
Verano de 2020. El COVID hace estragos en todos los ámbitos de la vida. Javi Calleja deja de ser entrenador del Villarreal y Unai Emery entra en escena. La primera temporada hizo historia levantando la Europa League para los goguets. La siguiente alcanzó las semifinales de la Champions League e hizo soñar a sus aficionados como nunca antes lo habían hecho. Sin embargo, y tras poco más de tres meses de competición, el pasado noviembre el Aston Villa abonó los seis millones de cláusula para llevarse al exvalencianista y sustituir a un Steven Gerrard que había aterrizado en Birmingham un año antes tras una gestión magistral al frente del Rangers FC escocés.
Es pronto, pero tras solo tres encuentros, los Villanos ya han dado muestra de ostensible mejoría y se nota la mano de Emery. La desconfianza y los malos resultados han quedado atrás, y se han encadenado dos victorias consecutivas en Premier ante Manchester United y Brighton que han significado una enorme bocanada de aire a jugadores, club y afición. También es cierto que cayeron en tercera ronda de la EFL Cup (la Copa de la Liga) precisamente ante el United, pero el primer objetivo está y debe estar en la competición doméstica.
Ahora mismo y durante el parón del Mundial, los hombres de Emery se han colocado duodécimos y presentan el impulso suficiente como para mirar a Europa. Argumentos no faltan gracias al mejor guardameta y campeón del Mundial con Argentina Emiliano “Dibu” Martínez, los centrales Diego Carlos, Tyronne Mings y Ezri Konsa, los laterales internacionales Lucas Digne y Matty Cash, la consistencia que Douglas Luiz, Boubacar Camara y el belga Leander Dendoncker aportan en la medular y el desparpajo de Jacob Ramsey, Leon Bailey y Emiliano Buendía. La responsabilidad de perforar la meta contraria recae en el veterano Danny Ings y el ex del Brentford Ollie Watkins.
“Son grandes jugadores, pero deben recuperar la confianza”
Unai Emery
Con solo 51 años de edad y 18 en los banquillos, Unai Emery ya ha gestionado algunos de los vestuarios más importantes de Europa. Ha roto registros en la Europa League y hoy vuelve a la que para muchos es la mejor liga del mundo para lanzar un nuevo proyecto en un histórico de Inglaterra. En uno de esos clubes que son verdaderas instituciones de este deporte y cuya hinchada quiere volver a revivir sus mejores recuerdos, aquellos en los que celebraron la legendaria Copa de Europa de 1982, además de las 7 ligas, 7 FA Cup, 5 Carling Cup, una Community Shield y una Supercopa de Europa que decoran las vitrinas del mítico Villa Park. Un palmarés propio de un grande que el exvalencianista trabajará por ampliar tras hacer historia en clubes como Sevilla o Villarreal.