VALÈNCIA. Si en algo es experto Meriton es en falsear el producto. Poner un ligero camuflaje para anestesiar y posteriormente edulcorar un proyecto que pasa un 10% por Valencia y el 90% por el pie con el que se levanta Peter Lim. Capaz de animarse y contratar a Gattuso, que salir descojonado con Cristiano Ronaldo el día que el Valencia podía descender a Segunda división.
La esencia de la estructura deportiva del Valencia pasa por el libre albedrío que alberga dentro de Peter Lim por divertirse con un juguete del que ha roto tantas piezas que niega a recomponerlo. Por tanto, la puesta en escena del Valencia a partir del mes de junio es compleja y pasa por prometer un cambio que no vendrá. Un futuro tan idílico como irreal en el que Meriton promete amor, pero que nunca llega. Y así es como popularmente Peter Lim mantiene a sus aficionados en el anzuelo.
Eso sí, el problema es como cualquier prometedor de inversiones venido a menos. La oficina cada vez es más pequeña, los empleados ofrecen servicios inferiores y tu sigues pagando la misma cuota año tras año esperando que todo vuelva a tener el mismo rendimiento cuando alcanzaste el último pico de bolsa en mayo de 2019. Ahora, la llegada de Carmelo del Pozo es un poco más de lo mismo.
No seré yo quién valore un trabajo que ni siquiera ha empezado a realizar, pero desde luego reúne todos los ingredientes que encajan en una nueva maniobra para trazar promesas que el Valencia de València nunca va a poder cumplir. Peter Lim jamás ha querido una estructura deportiva que condicione sus decisiones. El problema es que año tras año en el producto es cada vez más difícil de camuflar su fecha de expiración pese a que pongas cebos para engatusar a tus clientes. Después de acabar el decimosexto, Meriton ya ha acabado cayendo al último de los recursos y es el de vender un producto caducado como si todavía estuviese de oferta.
Dicho esto, quería dedicar unas pocas líneas para despedir y resaltar el compromiso de Toni Lato. Más allá del nivel, recorrido y protagonismo... el sentimiento del lateral es innegable. Amor por un club al que nunca le ha costado defender. Siempre ha querido estar aquí o marcharse cedido con el objetivo de regresar, pero en su mente siempre ha estado el equipo de su vida. Quizá se marcha en la temporada que ha tenido más importancia y cuando más falta hace, pero con Toni Lato no se puede decir que sea un adiós. Seguro que es un hasta pronto... en el césped o en cualquier otro ámbito relacionado con el Valencia CF.