Alfonso Feijoó, presidente de la Federación Española de Rugby, afirmó que espera que la final de la Copa del Rey, que se disputará el domingo 29 en Valencia, se juegue ante 20.000 espectadores, aunque señaló que si son 15.000 los asistentes, lo considerará un éxito
VALÈNCIA. Alfonso Feijoó, presidente de la Federación Española de Rugby, afirmó que espera que la final de la Copa del Rey, que se disputará el domingo 29 en Valencia, se juegue ante 20.000 espectadores, aunque señaló que si son 15.000 los asistentes, lo considerará un éxito.
La final enfrentará a dos equipos de Valladolid, el SilverStorm El Salvador y el VRAC Quesos Entrepinares, a partir de las 12.30 n el estadio Ciutat de València, propiedad del Levante UD.
"Estamos ya en los 15.000 y se sabe que al principio se venden muchas entradas, pero también que la última semana es decisiva. Se está haciendo una buena publicidad", agregó el presidente de la Federación Española.
El dirigente federativo añadió que la victoria en fútbol del Levante en su último partido puede animar la venta de localidades en estos días.
Destacó el apoyo institucional y económico que ha recibido la iniciativa y recordó que todo ello les inclinó a optar por la oferta de Valencia en el marco de la idea de potenciar el rugby a nivel nacional.
Feijoó admitió que la disputa de la final en Valencia ha traído controversia, pero también señaló que se trata de "un asunto pasado" y agradeció la posición de los contendientes, además de señalar que la gente de Valencia será la que decidirá si la final es un éxito o no.
"Va a ser una fiesta del rugby en un escenario diferente. Valencia tiene el reto de que haya una entrada importante y esta final es la culminación de la idea de que somos federación para toda España", indicó.
"¿Cómo nos vamos a Valencia si juegan dos equipos de Valladolid?, se preguntan algunos. Queremos el desarrollo de este deporte en todas partes", explicó Feijoó, quien recordó que en su etapa de seleccionador nacional acudió a una final entre dos equipos vascos, Gernika y Getxo, que se disputó en el Puerto de Santa María (Cádiz).
"Valladolid ha llenado dos veces, pero me ratifico en que es bueno para el rugby jugar aquí si queremos dar impulso a nuestro deporte en todo el país", prosiguió.
También señaló que la final podría volver a Valladolid, aunque planteó la posibilidad de ofrecer otra estructura competitiva.
Juan Carlos Martín, presidente del El Salvador, destacó que estaba "encantado" de poder jugar en Valencia y recordó que como jugador estuvo en una final en Cuenca con mil personas frente a las 20.000 que puede haber ahora.
"El rugby va a eclosionar con la consolidación del trabajo de los últimos años. Esta final es un escaparate y no podemos dejar pasar este tren", indicó Martín, quien señaló que no estaba de acuerdo en algunos de los criterios de Feijoó, aunque no detalló en cuáles.
José María Gamazo, presidente del VRAC, explicó que van a sentirse "como en casa" y que va a haber un antes y un después de esta final.
"El rugby ha evolucionado, nos tomamos el partido como una fiesta de nuestro deporte y también nos sentimos responsables del éxito e la final", agregó.
El ex jugador César Sempere, en nombre de los responsables de la organización de la final, indicó que la final ayudará a una comunidad que es la tercera en el número de fichajes y tiene 42 clubes, pero también problemas de infraestructuras. "Queremos crecer. La final será un buen golpe sobre la mesa", señaló.