¿Fichajes? ¿Qué fichajes?

VALÈNCIA. Con Juanjo Romero y Chente Oliver

El Valencia CF no realizó ninguna contratación en el mercado de fichajes. Peter Lim decidió no reforzar al equipo pese a las evidentes carencias del mismo. Pero sí que vendió a sus principales estrellas. El entrenador, Javi Gracia, se sintió engañado y presentó su dimisión. La afición evidenció su malestar por la ausencia de nuevos futbolistas. Sin embargo, esta situación no es la primera vez que sucede en la historia del club. 

Hace 18 años ya vivimos esta misma situación. En la temporada 2002-2003, no hubo fichajes. El Valencia era campeón de Liga, se produjo un cambio en la dirección deportiva, y Rafa Benítez se quedó sin refuerzos. No se firmó a nadie. El único fichaje se produjo en el mercado de invierno con la llegada del francés Revelliere. Al año siguiente, la temporada 2003-2004, tampoco hubo refuerzos significativos. Llegaron Canobbio y Oliveira, la “lámpara y el sofá”. Pero el equipo ofreció su mejor versión y conquistó el doblete.

Javier Subirats jugó 13 temporadas en el Valencia. Formó parte del equipo que ganó la Recopa y la Supercopa de Europa. Tras su paso por la escuela, ejerció de director de-portivo del club. Fue el arquitecto del Valencia más laureado de la historia. Bajo su mandato se conquistaron dos Ligas, dos Supercopas, una Copa de la UEFA y se jugaron dos finales de Champions. De su mano llegaron Villa, Baraja, Vicente, Ayala, Kily o Marchena y se ficharon entrenadores como Rafa Benítez, Ranieri, Cúper o Quique.

Con Subirats hacemos una retrospectiva de aquella época dorada, la de los grandes fichajes, y de la posterior ausencia de refuerzos tras su salida del club. El técnico cuenta que en el año 2002 no se hicieron fichajes, pero que “había una gran plantilla”. Subi analiza la situación actual y considera que el Valencia “lo puede pasar mal este año. Se han ido cinco o seis jugadores básicos y no ha habido refuerzos. El panorama es bastante sombrío”. Subi da una versión tremendista del futuro del club: “hay una desafección total a nivel de sentimiento. La gente no se encuentra identificada. Pensábamos que esto iba a ser la panacea pero estamos viendo que estamos llegando a una de las peores etapas. Y no tiene visos de mejorar. La situación es preocupante”.