VALÈNCIA. El Nou Mestalla quiere meter la cabeza para albergar el Mundial 2030 en el esprint final. Después de una mañana confusa, de dimes y diretes entre los políticos de la ciudad en la sesión plenaria del mes de junio, y de filtraciones interesadas desde Meriton Holdings, València estará presente en el dosier que la Real Federación Española de Fútbol eleve a FIFA en las próximas horas, aunque su elección todavía no está confirmada y queda en manos de lo que dictamine FIFA tras estudiar su problemática con las obras.
Finalmente serán 13 las sedes que recogería el documento federativo, aunque la RFEF todavía no lo ha hecho público porque mantiene dudas tras la reunión del viernes en la localidad marroquí de Agadir. A la finalización de la cumbre, la RFEF no hizo públicas sus conclusiones. Se espera un comunicado para las próximas horas donde se confirme cuáles son las sedes escogidas, pero todo apunta a que serán 13 y que entrarán a última hora el Nou Mestalla y el estadio vigués de Balaídos.
Después de este paso será la FIFA en su congreso extraordinario de diciembre la que decida qué sede o cuantas sedes caen. Falta por conocer si las sedes mundialistas serán 20 o 18 y, como está claro que tres estadios son de Portugal y seis de Marruecos, de España habría 11 fijos de los 13 que recoge el informe de la RFEF. Si FIFA decide que el Mundial tenga 20 estadios, caería un campo español, si decide que lo acojan sólo 18, entonces caerían tres.
Dentro del Mundial están el Camp Nou, el Santiago Bernabéu, San Mamés, el Reale Arena de San Sebastián, el Stage Front Stadium del RCD Espanyol, La Cartuja, el Metropolitano, La Romareda, La Rosaleda, Gran Canaria y Riazor. Se quedan en el camino El Molinón de Gijón y La Nueva Condomina de Murcia. El estadio de Balaídos está en situación parecida al de Mestalla y también podría entrar en el último momento.
En València la jornada de este viernes fue confusa. Meriton Holdings armó una ceremonia de la confusión acusando, primero, al Ayuntamiento de torpedear la presencia de la ciudad y del Nou Mestalla en la cita mundialista, y segundo, mostrándose como salvadora de la situación filtrando que había enviado un mail a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) accediendo a firmar la documentación que exige FIFA, aunque con condiciones.
Esas condiciones son las mismas que exigen Real Madrid, Barcelona, Atlético y Athletic Club, incluidos desde hace meses en el dosier, que quieren conocer qué costes del evento corren a cargo de las ciudades, de las federaciones autonómicas o del Consejo Superior de Deportes (CSD) y con cuánto tiempo de antelación han de dejar sus estadios en manos de FIFA, circunstancia que durante ese tiempo les impedirá explotar comercialmente sus respectivos recintos porque pasará a gestionarlos el comité organizador del Mundial 2030.
La diferencia de estos estadios con el del Valencia estriba en que, además, el club no se puede comprometer a tener el campo acabado por las diferencias que mantiene con el Ayuntamiento, confirmadas en el pleno del viernes. Meriton Holdings no quiere estar expuesto a pagar una penalización si, finalmente, el problema con el gobierno municipal persiste y no puede retomar las obras.
Durante la reunión, que se celebró este viernes en Agadir, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), harta de que Meriton Holdings no haya querido firmar el Stadium Agreement, el contrato que exige FIFA a todos los clubes propietarios de los estadios que aspiran a organizar partidos en 2030, dejó fuera al Nou Mestalla de las sedes para el Mundial.
La reacción del club enviando el mail, tras comprobar que no le quedaba otra salida más que la de comprometerse a firmar el documento con los requisitos de la FIFA, salvó al Nou Mestalla de la criba española y deja la decisión de su candidatura definitiva en manos del organismo que preside Gianni Infantino. El club, no obstante, todavía no ha firmado el documento, simplemente se ha comprometido a hacerlo.
Meriton, que había filtrado en las últimas dos semanas a través de sus empleados en la ciudad, que iba a recibir la renovación de la licencia de obras y que, a partir de ese momento, firmaría toda la documentación pendiente con la FIFA para que no excluyera a la ciudad del Mundial 2030, se había negado a firmar después de comprobar como no sólo no recibía la renovación de la licencia de obras sino que, además, tampoco se desbloqueaba en el pleno municipal de este viernes, a través de una moción de urgencia, el problema con el Nou Mestalla en favor de los intereses del máximo accionista Peter Lim.
Peter Lim ha vuelto a impedir que las obras del Nou Mestalla se retomen porque continúa exigiendo que, como paso previo, el Ayuntamiento ha de garantizarle la renovación de la licencia y las fichas urbanísticas en condiciones favorables para la explotación de la pastilla del terciario del Nou Mestalla y del actual estadio de Mestalla. Lim rechaza firmar ningún documento en el que se comprometa a finalizar las obras con la garantía de su patrimonio personal.
La propaganda del club insiste en que si València se queda fuera de la organización del Mundial 2030 será por la falta de voluntad de los políticos de la ciudad en llegar a un acuerdo.
Con la opción del Mundial en manos de FIFA, el conflicto actual entra en una nueva pantalla. El gobierno municipal, el Partido Popular y Vox, continúan trabajando en desbloquear el problema del nuevo estadio antes del 3 de agosto donde, supuestamente, Peter Lim recuperaría los beneficios urbanísticos sin someterse a ninguna obligación.
Juanma Badenas, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, se desmarcó esta semana de la línea que defendía la alcaldesa María José Catalá y se negó a apoyar la moción de urgencia prevista para el pleno de este viernes. "Vox no va a estar a favor de ninguna moción en la que se reconozcan derechos a Lim. Si alguien, en vez de restringir derechos, pide incrementar derechos de Lim, no lo aceptaremos. No vamos a firmar, porque, además, es un tema jurídicamente complicado y urbanísticamente muy difícil. Lo que no se ha hecho en 15 años, ¿cómo se va a resolver a través de una moción de urgencia?", dijo Badenas.
Por el momento, se desconoce al dedillo el acuerdo en el que trabajan PP y Vox, pero los mentideros de las negociaciones señalan que puede incluir garantías financieras por el coste de las obras que restan en el nuevo estadio. También se exigiría el pago del polideportivo de Benicalap -tal como incluían las fichas urbanísticas que no se han aprobado- y la concreción de unos plazos para el desarrollo de las actuaciones del Nou Mestalla. Condiciones que, si no cumpliera el club, no podría obtener los derechos urbanísticos como el terciario y el residencial en el entorno del Antiguo Mestalla y el nuevo estadio.