LISBOA (EFE). La Fórmula 1 regresa este fin de semana a Portugal 24 años después y lo hará en el Autódromo Internacional del Algarve, en Portimão, en un circuito que acogerá por primera vez una prueba del Mundial y que, a pesar de la situación de pandemia, tendrá público en las gradas.
Se trata de un circuito desconocido para los pilotos, ya que, tras ser inaugurado en 2008, no ha acogido hasta la fecha ninguna prueba oficial de Fórmula 1, aunque sí ha servido para la realización de diferentes test.
Los entrenamientos clasificatorios se disputarán el viernes y sábado y el domingo será la carrera en la que Lewis Hamilton (Mercedes) intentará dar cuenta de su supremacía.
Se trata de un circuito de 4,653 kilómetros que basa su diseño en una montaña rusa de constantes subidas y bajadas y cuyo récord está en manos de Sebastian Buemi, cuando en enero de 2009 completó una vuelta en 1:27.987.
El récord de velocidad de este circuito, que fue inaugurado en 2008 tras una inversión de 195 millones de euros, está en 352,9 km/h.
El Autódromo del Algarve tiene capacidad para 90.000 espectadores (de pie o sentados) y en esta ocasión las autoridades sanitarias han permitido la presencia diaria de un máximo de 27.500 aficionados, todos sentados y manteniendo el distanciamiento social exigido.
Ésta será la duodécima carrera del Mundial de Fórmula 1 y la última vez que Portugal acogió una prueba similar fue en 1996, en el Circuito de Estoril, cuando ganó el canadiense Jacques Villeneuve, con el británico Damon Hill segundo y el alemán Michael Schumacher tercero.