VALÈNCIA. Justamente el día en el que se cumplían 3 años de su debut en la primera plantilla (Javi Gracia le dio la alternativa en un amistoso de pretemporada frente al Cartagena), el Valencia CF anunció la renovación de Fran Pérez hasta junio de 2026. El extremo cuyo futuro fue este verano toda una incógnita (pese a centrar el interés de clubes como Elche, Alavés o Albacete) ya que estaba todo acordado para su cesión, ha acabado aprobando la reválida de la segunda oportunidad que las circunstancias le han otorgado ¿Su secreto? No bajar nunca los brazos.
Esa ha sido la constante en su carrera desde que Ximo Tribes le hizo las pruebas para ingresar en la Academia. Pese a jugar junto a futbolistas más vistosos en cada una de las categorías inferiores del Valencia CF, y jamás haber llevado la etiqueta de ser la estrella del equipo, Fran es el que ha llegado arriba, Su carácter forjado en la autoexigencia ha sido su principal motor para posicionarse en el fútbol de élite. El listón se lo pone bien alto cuando desafía a su padre (Rufete) y le dice: "¡Voy a ser mejor que tú!".
El verano trajo primero el disgusto de verse fuera cuando le pidieron que se buscara equipo, la incertidumbre de frenar su cesión cuando estaba ya todo acordado, la duda de no saber dónde iba a acabar puesto que pese a jugar en pretemporada no se descartaba que acabara fuera, y el premio final de quedarse en la primera plantilla. Por la escasez de refuerzos, pero fundamentalmente por su juego y su rendimiento. Por eso Baraja no sólo se lo ha quedado, si no que -salvo en el encuentro de Mendizorroza- lo ha convertido en un fijo de su once inicial.
Aquel niño que iba a Mestalla de la mano de su abuelo a ver jugar a su padre en el mejor Valencia de la historia se ha vuelto a sobreponer a las adversidades tras perder el año pasado su sitio en el equipo debido a la irrupción de Diego López. En menos de una semana ha recibido dos buenas noticias: la convocatoria de Santi Denia para la selección española sub 21 y la renovación por parte del club.
Dicen sus críticos que la falta de gol es su principal hándicap. Sin embargo, Fran Pérez es de los que tiene la convicción de que con tiempo y trabajo todo llega. Los que conocen su trayectoria aseguran que no es un futbolista que enamore a primera vista, pero que en la carrera de fondo tiene una disciplina espartana para hacerse fuerte.
Valenciano de nacimiento y de costumbres, Fran adora el arroz en todas sus variantes (aunque respeta cuándo puede y cuándo no puede cargar las tintas). Conserva el grupo de amigos de toda la vida, la mayoría de ellos, absolutamente ajenos al mundo del fútbol.
La reválida que se le ha presentado ya la ha sacado con nota, ahora queda la más complicada, la de cumplir con la amenaza que le hizo a su progenitor: "¡Voy a ser mejor que tú!".