VALÈNCIA. Enric Franquesa deja la defensa del Levante tiritando. El catalán tuvo que retirarse este lunes en el encuentro frente al Sporting por un balonazo que le dejó mareado. Ocurrió en un momento en que, además, Róber Pier ya había calentado en la banda por unos problemas de Postigo, que el capitán aguantó durante el primer tiempo. En ese momento Calleja se vio obligado a resolver la papeleta dando entrada al zaguero gallego y desplazando a Álex Muñoz al lateral.
Con las bajas de Mustafi tras su recaída, Saracchi por su lesión que le dejará todavía dos semanas (mínimo) en el sanatorio y Vezo por sanción, el técnico levantinista se quedó con la defensa en cuadro. Sin ningún central en el banco, el único futbolista de zona defensiva era Marc Pubill. No obstante, Franquesa no tendrá problemas para alcanzar la cita del jueves en Granada.