VALÈNCIA. “Fuga de cerebros” es una divertida comedia española del año 2009 en la que lo mejor de cada casa, por denominarlo de alguna manera, abandona nuestro país y pone rumbo a Oxford gracias a una beca de estudios. La película tuvo mucho éxito. Tanto, que en Italia llegaron a hacer una versión con el mismo título: “Fuga di Cervelli”. El film tiene muchísima gracia, la rompió en las taquillas de los cines, porque las situaciones que se generan son de lo más disparatadas. Trasladándolo al mundo del fútbol, lo que no tiene tanta gracia es la fuga de talento que se está produciendo en el Valencia.
Esta semana, LaLiga ponía sobre el tapete a cuatro candidatos para que los aficionados eligieran el mejor gol de la jornada. Los autores de los tantos eran Kang In Lee, Rafa Mir, Ferran Torres y Centelles. ¿Les suenan, verdad?. Cuatro canteranos de Mestalla. Estos futbolistas fueron regalados o mal vendidos por Meriton en una lastimosa gestión. Mientras esto sucedía, a sus empleados más fieles se les llenaba la boca con esa mentira denominada “Youth Policy”. Cualquiera de estos cuatro jugadores que he mencionado tendría ahora un papel más que relevante en el primer equipo. Diría que, incluso, tres de ellos serían titulares indiscutibles para Baraja. Pongan ustedes los nombres y completen su once.
Es cierto que a lo largo de la historia ha habido fuga de talento en Mestalla. Pero ni tanto ni tan descarado como en la actualidad. Otros años, con estos futbolistas, se había optado por una política de cesiones para que completaran su formación y que pudieran regresar llegado el momento. Es algo que ya se hizo años ha con los Silva, Raúl Albiól, Curro Torres, Alcácer, Pablo Hernández y compañía, a los que el club prestó para que tuvieran minutos. Nunca se les perdió la pista. Pero, claro, había un director deportivo cualificado al frente del proyecto. Lo de ahora es un auténtico despropósito. La política de Lim&Mendes de firmar a los Correia, Yunus, Moriba y compañía cae por su propio peso.
Tampoco hace tanta gracia lo que sucede en la Escuela. En Paterna se está produciendo un expolio de talento. Los grandes clubes como Madrid y Barcelona (y algunos no tan grandes) están pescando en Paterna. No con caña, sino con red. Pesca de altura, vamos. Este último año se han marchado de la Academia chavales con un futuro más que prometedor cuyo destino era, seguro, el primer equipo. Con un administrativo a los mandos de la cantera, cuando lo lógico es contar con hombre de fútbol en la dirección, no se puede esperar gran cosa. Menos mal que chavales como Javi Guerra desoyen cantos de sincera y se empeñan en continuar en el Valencia para reivindicarse a base de goles históricos. Estoy seguro de que dentro de unos años, cuando LaLiga vuelva a ofrecernos la posibilidad de elegir el mejor gol de la jornada, nos acordaremos que más de uno de esos futbolistas ya marcaba goles de bella factura en los campos de Paterna… antes de fugarse.